Debe ser incómodo para los atletas internacionales ingresar a Tokio a sabiendas de que la mayoría del pueblo japonés no desea que se celebren en su suelo los Juegos Olímpicos, esto principalmente porque entienden que los visitantes podrían ampliar en el país la proliferación de contagios con el COVID-19.

Pero los atletas que han estado esperando los Juegos Olímpicos durante cinco años y que se han comprometido con seguir las reglas que ayudan a prevenir los contagios, solo quieren darle las gracias a Tokio y al pueblo japonés por permitirles la entrada para competir.

Así dijeron varios atletas canadienses de pista y campo, incluyendo al estelar decalista Damian Warner, a este medio previo a su entrada en Tokio. Muchos atletas de otras naciones harían eco a las opiniones de los canadienses.

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“Este año ha sido raro de por sí. Como atletas llevamos entrenando por mucho tiempo. Quiero ir a los Juegos, quiero competir y estamos de camino. Es desafortunado que alguna gente no quiera los Juegos. Pero confío en que se sientan orgullosos con el tiempo y en la medida en que la gente vea los desempeños por la televisión. A lo mejor así cambian el tono. Pero entiendo por dónde vienen. Sé que los organizadores y nosotros los atletas haremos lo posible por mantener seguros los Juegos”, dijo Warner.

Canadá es uno de los países que con más seriedad ha tomado la seguridad de su ciudadanía contra el COVID-19. Como prevención, no ha permitido atletas suyos ir a competir al exterior durante la pandemia ni ha permitido que atletas extranjeros entren a sus fronteras, como ha sido el caso de los juegos de las Grandes Ligas aunque eso finalmente cambiará próximamente.

Tokio, por su parte, pasa por un cuarto estado de emergencia por el COVID-19. La capital ha reportado la mayor cifra de contagios nuevos en meses. Para colmo, los organizadores de los Juegos Olímpicos han reportado que varios atletas extranjeros han dado positivos a COVD-19 al llegar a Japón o durante su estadía en Tokio.

Este año ha sido raro de por sí. Como atletas llevamos entrenando por mucho tiempo. Quiero ir a los Juegos, quiero competir y estamos de camino. Es desafortunado que alguna gente no quiera los Juegos. Pero confío en que se sientan orgullosos con el tiempo y en la medida en que la gente vea los desempeños por la televisión. A lo mejor así cambian el tono. Pero entiendo por dónde vienen. Sé que los organizadores y nosotros los atletas haremos lo posible por mantener seguros los Juegos

-Damian Warner / Decalista canadiense

Puerto Rico llevará a Tokio 37 atletas y más o menos esa misma cifra de oficiales. En la Villa Olímpica ya conviven más de una decena del personal de la delegación boricua. Algunos, como la remera Verónica Toro, también entrenan, además de que conviven. Ayer se le unió en esa rutina el equipo de tenis de mesa que lidera Adriana Díaz.

Ninguno ha dado positivo a COVID-19. Tampoco se han reportado violaciones a las reglas de seguridad ni los protocolos.

Miles de atletas entrarán a Tokio desde los días previos a los Juegos hasta la clausura el 8 de agosto. Luego llegarán miles de atletas más para competir en los Juegos Paralímpicos.

Consta de 21 torres residenciales con un total de 3,600 habitaciones equipadas con 18,000 camas.

Muchos estarán agradecidos de Tokio por el esfuerzo que ha realizado para recibirlo, por la inversión que han hecho y por creer en los Juegos pese a la crisis interna que sufren.

“Sobre todo le daría las gracias por abrir sus puertas a tanta gente en tiempos difíciles. Es tiempo de ser agradecidos porque Japón se juega muchas cosas, mucho dinero, esfuerzo y tiempo. Solo les quiero decir ‘Gracias’, dijo Alicia Brown, corredora del relevo canadiense 4x400.

Los Juegos han estado bajo fuego no solamente a nivel interno, sino también a nivel internacional. Hubo opiniones que deseaban la cancelación de los Juegos, aún así luego de que la justas fueron pospuestas un año.

La seguridad ha sido prioridad en los Juegos a sabiendas de que un mal manejo de los contagios de COVID-19 será una pésima relación pública para Japón, el Comité Olímpico Internacional y el buen nombre del movimiento olímpico.

Los atletas se sienten seguros, más allá de alguna incomodidad de entrar a donde no han sido invitados, porque creen en las reglas que se han establecido.

“Siento confianza en el trabajo que le ha puesto la gente japonesa en los Juegos. Sé que es un riesgo permitir tantos atletas extranjeros, pero serán seguros gracias a las medidas que han tomado. Canadá, por ejemplo, le ha dedicado muchas horas a que los Juegos sean seguros para los atletas y la ciudadanía japonesa”, dijo Brown.