Atentos la FIFA y el COI al factor Trump de cara al Mundial 2026 y Los Ángeles 2028
Los dos eventos deportivos más grandes del planeta llegarán a territorio de Estados Unidos bajo el segundo término del polémico mandatario estadounidense.
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Ginebra. Los dos eventos más importantes del deporte mundial llegan a Estados Unidos. Y si el presidente electo Donald Trump no está pensando en ellos todavía, los organizadores de la Copa del Mundo de 2026 y de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 2028 ciertamente sí lo están.
La Copa del Mundo y los Juegos de Verano son raros momentos culturales compartidos globalmente con potencial para unir a las personas. Pero hay preguntas sobre temas como la concesión de visas y la provisión de seguridad que pasarán por el escritorio de Trump.
Y eso requiere diplomacia.
La FIFA, el organismo del fútbol, parece estar en mejor posición para reanudar las cálidas relaciones con Trump desde su primera administración en comparación con el Comité Olímpico Internacional, según las reacciones públicas de esta semana y las interacciones anteriores.
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El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, utilizó su cuenta de Instagram para felicitar a Trump incluso antes de la victoria en el Colegio Electoral el miércoles por la mañana.
Ha habido un silencio público por parte del COI, aunque sigue un código de protocolo más formal.
Este verano, en un mitin de campaña, Trump etiquetó falsamente a dos boxeadoras campeonas olímpicas como hombres y prometió “mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos”. Es el tipo de problema que podría surgir de la administración Trump a pesar de que los deportes olímpicos de primer nivel, el atletismo, la natación y el ciclismo ya excluyen de las competencias femeninas a cualquier atleta que haya pasado por la pubertad masculina.
Mientras tanto, la FIFA parece tener una línea de comunicación abierta con Trump para hablar sobre desafíos potenciales como la probable clasificación de Irán a la Copa Mundial masculina y las implicaciones políticas que podría traer. Trump llamó a Infantino “mi gran amigo” en el Foro Económico Mundial en enero de 2020.
Infantino también se mudó recientemente a Miami, a sólo 70 millas al sur de la finca Mar-a-Lago de Trump. La tradición del jefe de Estado de una nación anfitriona es presentar el trofeo en la final de la Copa del Mundo e inaugurar formalmente los Juegos de Verano.
Los deberes ceremoniales de Trump en la Copa del Mundo (que Estados Unidos organiza conjuntamente con México y Canadá) y los Juegos Olímpicos de Los Ángeles (celebrados después de que Bach deja el cargo) en momentos vistos por cientos de millones de espectadores en todo el mundo son, en cierto modo, la parte fácil.
“Mi opinión personal sería que Trump aprecia muy astútamente estar en el escenario mundial”, dijo a The Associated Press Michael Payne, miembro del COI desde los Juegos de Verano de Los Ángeles de 1984 como ejecutivo de marketing y consultor.
“El desafío será la cuenta regresiva del año hasta los eventos: cómo eso no compromete la agenda de todos los que asistan”, dijo Payne en una entrevista telefónica.