París. Se trata apenas de los cuartos de final del fútbol en los Juegos Olímpicos. Pero acapara la atención del evento deportivo.

Argentina y el anfitrión Francia se medirán en esta instancia el viernes en Burdeos, en un reencuentro más rápido de lo imaginado entre los finalistas de la última Copa del Mundo y que para Les Bleus se presenta como la oportunidad para ajustar cuentas pendientes, no todas futbolísticas.

A la victoria de la Albiceleste en la serie de penales en la final del Mundial 2022 en Qatar, el mediocampista Enzo Fernández le sumó más sal a la herida de los derrotados cuando tras la conquista del bicampeonato de la Copa América en los primeros días de julio trascendió un video suyo con cánticos discriminatorios burlándose del origen africano de muchos franceses.

Fernández no está en París y pidió disculpas. Pero los franceses le hicieron sentir el rigor a prácticamente todo atleta argentino que se presente en los Juegos Olímpicos. Los más maltratados fueron Los Pumas del rugby 7.

“Seguramente habrá hostilidad. Si es así, jugará su papel, pero como dije después de lo que pasó contra Marruecos: nos centramos en jugar al fútbol, que es lo que podemos controlar”, afirmó el técnico argentino Javier Mascherano. “Y el resto no depende de nosotros”.

Se suponía que el cruce debía darse más adelante, pero Argentina finalizó segunda en su zona a causa de la escandalosa derrota ante Marruecos en el debut. La Albiceleste – insultada durante la entonación de los himnos — caía 2-1 y empató en el final del tiempo adicional. Algunos espectadores marroquíes invadieron el campo de juego y otros lanzaron objetos contra la banca argentina para expresar su enojo.

Pese a los incidentes, el partido se reanudó dos horas después, con el estadio desalojado, y el árbitro anuló el gol del empate por una posición adelantada advertida por el VAR.

Argentina elevó protestas formales ante el Comité Olímpico Internacional y la FIFA, aunque esta entidad no tiene nada que ver con el fútbol olímpico.

“Para llegar a la final le tenemos que ganar a cualquiera”, relativizó el delantero Julián Álvarez, uno de los mayores de 23 años que refuerzan el plantel argentino y sobreviviente de la final de la Copa del Mundo.

De aquel amargo recuerdo para los franceses también juegan en el equipo de Mascherano el actual capitán Nicolás Otamendi, el arquero Gerónimo Rulli y el delantero Thiago Almada.

“Francia me genera lo mismo que si nos hubiese tocado cualquier otro equipo. Sé que hay una rivalidad entre nosotros por el último Mundial y por lo que está pasando. El objetivo nuestro es claro”, remarcó Otamendi.

Francia, dirigida por Thierry Henry, cerró la primera ronda con puntaje ideal y sin goles en contra.

Pero toparse con los sudamericanos en cuartos de final implica un riesgo mayor.

“Tendremos que mantenernos concentrados y hacer lo que tenemos que hacer”, analizó Henry.