Apostarán ‘hasta las gotas de sudor’ en el Super Bowl
El crecimiento de la industria de apuestas y la variedad de jugadas hace pensar que se establecerá un récord.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Atlantic City, Nueva Jersey. Una cifra récord de 50.4 millones de adultos en Estados Unidos planean apostar este año en el Super Bowl un total de $16,000 millones, pronosticó la cámara empresarial de la industria del juego el martes.
La American Gaming Association pronostica que uno de cada cinco adultos apostará en la final del campeonato de fútbol americano que se juega el domingo, en la que se enfrentan los Eagles de Filadelfia y los Chiefs de Kansas City,
Este cálculo incluye tanto las apuestas legales como las realizadas con corredores de apuestas ilegales y las informales entre amigos o parientes.
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La cifra pronosticada duplica con creces la del año pasado, a medida que el mercado de apuestas deportivas sigue creciendo.
Kansas, Ohio y Massachusetts se sumaron este año a los estados que permiten las puestas legales para un total de 33 más Washington, la capital. Maryland ha permitido las apuestas online, pero el año pasado solo permitió las apuestas en persona para el Super Bowl.
Más de la mitad de los adultos en Estados Unidos viven en un distrito donde la apuesta deportiva es legal.
Los Eagles eran favoritos por 1.5 puntos el lunes en FanDuel, la empresa que proporciona la relación de probabilidades a la Associated Press.
La gama de apuestas en oferta es vasta, desde las más elementales de quién ganará y por cuantos puntos hasta el total de puntos anotados en el juego.
También hay apuestas sobre jugadores individuales, por ejemplo si el quarterback de los Chiefs, Patrick Mahomes, lanzará dos pases de touchdown o menos, o cuántas yardas de acarreo acumulará el running back de los Eagles, Miles Sanders.
También hay apuestas tan insólitas como si el tiro de la moneda al inicio dará cara o cruz; si el resultado final se ha registrado en algún Super Bowl anterior y hasta el color del Gatorade que se arroja sobre el coach ganador.