París, Francia. Adriana Díaz sintió el apoyo del público en el coliseo Arena París Sud y, en control de su partido de primera ronda, le dio un regalo a los presentes.

Justo al final del partido que ganó 4-0 ante la serbia Izabela Lupulesku, Díaz hizo tiros espectaculares, de show, de NBA, jugadas ‘fancy’ que le salieron y que arrancó aplausos del público.

Luego del partido, la jugadora reveló que le gusta “hacer show para el púbico’, aunque seguramente se lleve una reprimenda de su padre-entrenador, Bladimir Díaz. “Soy una persona a la que le gusta jugar con público, a favor o en contra. A veces mi papá me dice ‘Adriana: tienes que parar eso’. Pero es que me gusta hacer show para el público, me gusta tirar bolas altas, me gusta reírme; me lo disfruto y me gusta que el público se lo disfrute conmigo. A mí papá no le gusta, pero a mí sí”, dijo.

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La ocasión se prestó este sábado para los gustos de la utuadeña.

Jugó en las mesas del medio entre las cuatro que formaban el diseño de la cancha olímpica. La mesa al lado suyo ya había terminado su partido y la atención giró más hacia la mesa de la boricua y la serbia.

El público llenó la Arena, incluidos boricuas que llegaron con sus banderas para apoyar a la suya, y con esa presencia alertó a la buena fanaticada francesa sobre la presencia de una jugadora en cancha a la que se le tiene cariño.

Los boricuas ondearon sus banderas y aplaudieron a la boricua cuando ésta fue presentada a la cancha. Igualmente hizo el público cuando Díaz metió fuertes ‘’winners’ de derecha.

La jugadora abrazó todo eso.

“Desde que entré, el calor del público, las banderas, el pronunciamiento de mi nombre, se sintió mucho. Espero que me sigan apoyando para que siga jugando bien”, reconoció.