Adriana Díaz bota el golpe de París y se mantendrá entrenando en Utuado con un nuevo equipo
La tenimesista contará con un fisioterapeuta y entrenadores físicos que la ayudarán a estar al nivel de potencias mundiales.
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Guaynabo. A más de un mes desde que sufrió aquella dolorosa derrota en los octavos de final del tenis de mesa de los Juegos Olímpicos, Adriana Díaz siente que ya botó el golpe y puede hablar calmadamente de lo que sucedió.
Díaz estuvo a las puertas de convertirse en la primera latinoamericana en la historia que clasifica a los cuartos de final de las Olimpiadas. A pesar de que dominaba, 3-0, a la norcoreana Pyon Song Gyong, cedió cuatro sets de forma consecutiva y quedó eliminada.
Un resultado que la drenó en el aspecto físico y mental.
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“Yo creo que sí, (ya boté el golpe). Es parte de cada partido. En algún momento vas a tener que hablar de eso y mirar el partido. No puedes quedarte ciego porque sino, ¿cómo vas a aprender de eso? En el momento, si me preguntabas del juego no iba a poder hablar mucho porque todavía estaba con las emociones, pero ahora solo me enfoco en ver lo que pasó e intentar mejorar”, dijo Díaz en un aparte con GFR Media luego de ser presentada como el nuevo rostro de Cheerios en una conferencia de prensa en Guaynabo.
“En el momento, todo atleta va a sufrir el golpe y no querer saber del juego, incluso una semana después todavía puedes estar bastante dolido. Pero yo creo que ya, al pasar de los días, necesitas aprender de ese juego para que no te vuelva a pasar”, abundó.
La undécima mejor raqueta del mundo aprovechó y tomó unas breves vacaciones junto a su familia después de París. Sin embargo, ya está de vuelta practicando en Utuado, donde piensa establecer su base de entrenamiento de cara a sus próximos compromisos internacionales. Y es que Díaz no tiene en mente regresar a entrenar en Japón, al menos hasta que termine el año.
“Me voy a quedar en Utuado entrenando. Creo que desde pequeña he viajado a muchos lugares distintos y ya sé más o menos cómo se entrena en cada país. Esa información la mantengo conmigo y me quedo entrenando en Utuado lo que ya aprendí”, explicó.
“Por mi parte, preferiría quedarme en Utuado, al menos hasta que termine el año. Aparte del tenis de mesa, también estoy un poquito más con mi familia y puedo tener esa paz que no he tenido durante muchos años viviendo fuera”, admitió.
Díaz tiene varios compromisos en agenda por lo que resta del año, comenzando con el Campeonato Panamericano de la ITTF del 13 al 20 de octubre en El Salvador.
A sus 23 años, Díaz ya tiene una histórica carrera al ser la máxima medallista boricua en los Juegos Panamericanos y la tenimesista no asiática mejor clasificada en el ranking de la ITTF. No obstante, la puertorriqueña quiere colgarse más medallas en este próximo ciclo y, por eso, busca mejorar varios aspectos de su juego, específicamente, todo lo relacionado con su físico.
Adriana y su padre Bladimir adelantaron que están próximos a agregar a su equipo un fisioterapeuta y entrenadores físicos que ayuden a la utuadeña a estar al nivel de potencias en esta disciplina como China.
“Creo que es bien importante tener un equipo que te ayude en cada aspecto como el fisio (fisioterapeuta), el entrenador físico y la nutrición porque nosotros competimos contra potencias mundiales como lo es China, que tiene un fisio cada uno. Tienen un equipo como de 100 personas con científicos estudiando cada partido. Es importante para nosotros tener un equipo que nos ayude a dar pasos extras”, indicó la jugadora.
La movida surge a raíz de que Bladimir considera que la condición física fue un factor que afectó a Adriana contra Song Gyong en los octavos de final de París 2024. En cambio, la utuadeña confesó que es una conversación que ha tenido con su papá en numerosas ocasiones debido a que tiene una opinión distinta.
“Siempre hablamos de eso y nunca terminamos de acuerdo porque él cree que fue eso (condición física) y yo pienso, simplemente, me quedé en lo mismo. Estaba al frente, 3-0, me quedé en lo mismo y la muchacha cambió. Empezó a defender y atacar mejor. Yo no tuve contraataque”, opinó.
“No creo que haya sido por la condición física porque todos los ‘rallies’ duraron de cinco a seis segundos. Creo que rendí hasta el final, pero bueno… Es mi papá”, añadió.
Los pasados Juegos Olímpicos fueron los terceros de Díaz y en donde mejor ha lucido, pues llegó por primera ocasión a los octavos de final, donde compiten las mejores 16 del mundo. Con una experiencia como la que tuvo frente a la norcoreana, la utuadeña aprendió muchas lecciones que aplicará por el resto de su joven carrera.
“Yo creo que, en lo personal, aprendí a tomarme más mi tiempo con más calma. Cuando estás a punto de lograr unos cuartos de final en unas Olimpiadas, que para mí eso era increíble y lo que yo me había planteado antes de ir a París, vi el triunfo muy cerca y estaba un poquito rush (apurada). Pero apenas tengo 23 años, es mi primera vez pasando por estas experiencias así que ya sé para la próxima tomar un poco más mi tiempo y relajarme”, contó.