Observar a su hijo recién nacido dormir plácidamente en su cuna fue suficiente para que se le dibujara una inmensa y contagiosa sonrisa a Héctor “Picky” Soto.

El veterano opuesto está que se ríe solo desde el nacimiento de Maurizio el pasado 8 de agosto. Soto recibió a Primera Hora en su residencia, donde el voleibolista, junto con su esposa Amnerys González, engavetó la seriedad y concentración que muestra en las canchas y le fue imposible dejar de sonreír por un instante.

El rematador nacional, y uno de los mejores voleibolistas que ha vestido la franela de Puerto Rico admitió que queda “hipnotizado” con solo ver a sus hijos Camila y Maurizio dormir; algo que a simple vista parece inocente, pero cuando se es padre, es completamente fascinante.

“Lo que pienso es ‘esos son mis hijos’. Pienso que ayudé a traer a esas dos criaturas al mundo. Esa paz con la que descansan y duermen… eso es lo primero que hago cuando llego de practicar; voy al cuarto de Camila, le doy un beso, le digo dos o tres cosas dormida, y después voy al cuarto a ver a Maurizio e imagino, con mucha curiosidad, cómo va a ser de aquí a dos o tres meses”, sostuvo Soto.

Su esposa tampoco puede esconder una amplia sonrisa al observar a “Picky” recoger al nuevo integrante de la familia y acomodarlo en sus brazos. Maurizio soltó un leve gemido, señal suficiente para forzar a papá a acomodarlo entre sus brazos para que continuara durmiendo, pese al diluvio que caía afuera. Fue un reflejo de la comunicación sin palabras de un hijo que solo un padre puede entender.

“¡Ya tú lo ves, mírale la cara! Él (Soto) se hipnotiza con los nenes y siempre está pendiente de todo. Él cambia pañales, está pendiente de ellos y me ayuda mucho con Camila, pues en esa parte puede darme una mano. Diría que en eso es excelente para formar un equipo, porque hace lo que tiene que hacer y da la milla extra”, resaltó González.

La mamá de Camila y Maurizio explicó que Soto no se hizo de muchas ilusiones al ver el resultado del primer sonograma que confirmó que la pareja tendría un varón y un hermanito para Camila.

Precisamente, Soto, quien estuvo presente para el nacimiento de sus dos retoños, ha compartido fotos en su cuenta de Twitter de los días de disfraces que ha celebrado con Camila. Amnerys denotó que Camila, quien cumplirá seis años en octubre, “hace lo que le da la gana” con su padre.

“¡A papá fácilmente lo puedes haber visto con una corona, o vestido de pirata, o con bufandas! Camila hace lo que le da la gana con él y sin ningún tipo de problema”, relató González.

Padre a tiempo completo

Ser atleta a tiempo completo ciertamente le arrebata a Soto ciertas oportunidades que podría utilizar para estar con sus hijos y su esposa, y más ahora, que tiene que viajar todos los días a Arecibo como nuevo integrante de los debutantes Capitanes, pero González siempre ha sido el recio pilar que ha apoyado a Soto en todos sus logros deportivos y en el hogar.

“Sé que, si él pudiera, me ayudaba más, porque hay muchos días que llega extenuado… días en que trato de decirle algo y como que no registra ni lo que le estoy diciendo de tan cansado que está. Pero realmente lo que él alcanza a ayudarme para mí es un montón, porque el trabajo es mucho”, explicó González.

Se queda en Puerto Rico

Soto admitió que el nacimiento de Maurizio marcó el final de su carrera profesional con equipos internacionales.

“Eso ya se acabó. Como mucho, jugar en el exterior sería viajando con la Selección, que aún no he tomado la decisión de si voy a continuar o no, pues todo va a depender del hombro. Pero ya los viajes como profesional se acabaron”, enfatizó Soto.

Diez años trabajando como refuerzo en el exterior y colocando el nombre de Puerto Rico en alto son recompensa suficiente, pues ahora Amnerys y sus hijos requieren de su presencia. Sin embargo, Soto relató que su esposa ve la llegada de Maurizio como un presagio al resurgimiento de su esposo en el deporte de la malla alta, luego de llevar nueve meses de inactividad debido a una operación del hombro derecho.