PETA pide a Camarero el no inscribir caballos transportados por vía marítima
La asociación que promueve un trato ético a los animales envió una petición a los administradores del hipódromo de Puerto Rico.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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La asociación Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) le solicitó por medio de carta dirigida al Camarero Racetrack Inc. que prohiba que sus dueños de caballos inscriban sus ejemplares que llegan a Puerto Rico por vía marítima al entender que ese medio de transporte es inhumano.
El presidente de Camarero, Ervin Rodríguez, confirmó que recibió la carta y aclaró que la empresa nunca ha promovido el transporte marítimo y que, como dueño, nunca ha usado ese medio al que considera un “riesgo” para los animales y la inversión en ellos.
El transporte marítimo a Puerto Rico de caballos purasangre hizo noticia en el 2019 por la muerte de varios ejemplares durante la travesía o luego de ésta provocada por las pobres condiciones en que los animales viajaban dentro de un vagón de transporte.
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Kathy Guillermo, de PETA, dijo que ha denunciado en el Departamento de Agricultura y en el Gobierno de Puerto Rico la práctica del transporte marítimo de caballos, así como a la compañía del transporte, que entonces se llamaba Hermanos Ruiz y ahora lleva el nombre de Lagos Transport. Guillermo dijo que ninguna de las denuncias ha resultado en un avance en favor de los animales.
Sin resultados previos, Guillermo agregó que hizo el pedido a Camarero Racetrack porque la administración también tiene la capacidad de cortar de pleno la práctica al prohibir la inscripción de caballos que lleguen a Puerto Rico por el transporte marítimo, como han hecho hipódromo importantes de Estados Unidos como el Gulfstream Park de Miami, Santa Anita en California y Pimlico en Baltimore.
“Cualquiera (Agricultura, Tote, Lagos) lo puede prohibir, pero Camarero también puede prohibirlo sin que se afecte su negocio. Otros hipódromos lo han hecho. Por eso hemos tomado este nuevo acercamiento”, dijo Guillermo, una estadounidense quien es vicepresidenta senior del departmento de asuntos equinos de PETA, una organización con base en Estados Unidos.
“Dicho eso, nos hubiese gustado que Agricultura lo hubiera prohibido en primera instancia”, agregó.
El transporte marítimo ha estado bajo vigilancia desde el caso de la muerte de varios ejemplares en el 2019. No han sido los únicos.
Entonces, el secretario de Agricultura, Carlos Flores Ortega, dijo a este medio que su agencia no era la responsable de autorizar el transporte de caballos de purasangre. Y el presidente de la Comisión de Recreación y Deportes en el 2020, José ‘Che’ Pérez, lideraba entonces unas vistas que investigaba la industria hípica y no abordó el tema del transporte marítimo, como tampoco contestó llamadas de este medio.
El transporte marítimo es el medio más económico de importar caballos para el hipódromo. El otro medio y el más común es el aéreo. Los ejemplares importados están en mayoría en Puerto Rico porque la cría de nativos ha ido descendido por años.
Los caballos que viajan en barcos son colocados en contenedores adaptados. La parte superior del vagón es abierta para la circulación de aire. Barreras separan cada caballo. Sin embargo, el calor, el largo viaje (72 horas) y la ausencia de un veterinario pueden afectar a los animales, algunos de los cuales pierden peso por la travesía o sufren de fiebre.
La Comisión de Juegos del Gobierno de Puerto Rico hizo en junio una investigación sobre el transporte marítimo. Su informe preliminar tiene la opinión de veterinarios activos en Camarero que no avalan el transporte marítimo por considerarlo inhumano, así como un trabajo de inspección de los vagones que aprueba el transporte por operar dentro de los parámetros del Code of Federal Regulations (9 C.F.R. 91), y el Program Handbook: Exportation of Live Animals, Hatching Eggs, and Animal Germplasm from the United States.
El director hípico para la Comisión, Richard Simmons, dijo ayer a este medio que el informe es preliminar, que la Comisión ha seguido investigando desde entonces al entrevistarse con veterinarios del hipódromo Gulfstream Park que prohibió esta práctica, y agregó que próximamente llegarán a unas conclusiones.