Nueve aprendices se preparan para iniciar sus carreras en Camarero en el 2022
El grupo recién graduado de la escuela vocacional Agustín Mercado Reverón.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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El término ciclo de vida también se puede aplicar al hipismo boricua.
Mientras este domingo concluyó el ciclo de narrador de Norman H. Dávila, nueve aprendices comenzarán sus carreras de jinete este enero.
Uno de esos jinetes es Mariano D. Meléndez Torres, un joven de Naguabo que se graduó el martes pasado de la afamada escuela vocacional de jockeys, la Agustín Mercado Reverón, junto a otros ocho compañeros de clase.
Como Dávila, que tuvo hace 50 años el reto de sustituir al narrador Pito Rivera Monge que era un amplio favorito de los hípicos, Meléndez tenía todas las de perder porque nunca había tocado un caballo, ni tan siquiera uno de calle, cuando fue a llenar la solicitud de la escuela con base en el hipódromo Camarero.
“Quizás era más un ‘no’ que un ‘sí', en mi caso”, confesó Meléndez.
“Pero a mí me gustan los retos. Seguí manejando los miedos, aprendiendo y tuve una madre que me ha dado apoyo”, agregó el hijo de Jessica Torres Rodríguez.
El aprendiz tuvo buenas calificaciones pese a que no ganó una prueba de práctica. Fue desarrollado sus habilidades con “perseverancia, enfoque y siguiendo consejos”, desde cero, hasta graduarse con buenas calificaciones, dijo uno de sus entrenadores, el exjinete Willie Lozano.
“Está puesto para esto, como decimos”, dijo Lozano sobre Meléndez, quien también tuvo de entrenadora a Emilia Salinas en la vocacional.
De 5′3 de estatura y 21 años, Meléndez no solamente aprendió el manejos de los caballos, sino que trabajó el físico para poder graduarse. Llegó a la escuela con 130 libras y actualmente está cargando 106 libras máximo.
Meléndez se graduó junto a Jeremy Alicea Salgado, Jeiron Barbosa Rodríguez, Ismael A. Cruz Rolón, Felisha Roldán Martínez, Bryan Rivera Espada, Carlos Rivera Villafañe, Keddwin Rosario Ortiz y Franchelie Santiago Díaz.
Fue una clase que, además de superar el miedo a los caballos, como en el caso de Meléndez, también tuvo que superar los retos de la pandemia en la vocacional que tiene salón de clases en las mismas instalaciones del hipódromo Camarero.
Su directora Ana Delia Velázquez aplaudió el trabajo de los graduandos, así como el de los profesores. Montaron para entrenadores, usaron los caballos de las cuadras y practicaron por encima de otras clases graduandas.
“Esta clase, con todos los retos de la pandemia, hizo lo que tuvo que hacer; las expectativas se van a llenar. Tuvimos dos chicas. Esta es una clase muy especial. Lograron la meta. Es una alegría inmensa”, dijo la directora de la institución que ha graduado a destacados jinetes de la hípica mundial como John Velázquez, Manny Franco y los hermanos José Luis e Irad Ortiz.
A partir de enero tendrán sus primeras oportunidades en carreras reales. La adrenalina estará con ellos en el arrancadero y quizás se bajen esa energía con el tradicional balde de agua que los jockeys le echarán al ganar su primera monta.
“Estoy muy ansioso de que llegue el día. Se que va a ser un buen día, una gran oportunidad. Gracias a Dios que le ha dado la salud de poder llegar hasta aquí“, dijo Meléndez.