Indescartable Jaime Torres como candidato para el premio Eclipse al Mejor Jinete Aprendiz
El boricua es uno de los tres finalistas para el premio junto a su compatriota Áxel Concepción.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
PUBLICIDAD
El jinete cagüeño Jaime Torres está gozando con La Yegüita campeona del béisbol invernal boricua y podría elevar más su orgullo cagüeño este jueves, cuando se entregan los premios Eclipse, en los que es finalista para el galardón Jinete Aprendiz.
Los premios, que reconocen lo mejor de la hípica de Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico, serán entregado en una ceremonia en Miami el jueves y Torres estaba, como los campeones Criollos de Caguas, haciendo las maletas este martes con ilusión. Los Criollos viajan a Miami el 31 de enero para jugar en la Serie del Caribe.
“Aquí me encuentro haciendo las maletas, dejando todo ready para viajar mañana en la mañana. Más que todo, estoy bien ilusionado, bien contento”, dijo quien se encuentra haciendo campaña en el hipódromo Fair Ground de Nueva Orleans por recomendación del destacado jinete trujillano José Luis Ortiz.
Relacionadas
Torres, natural del barrio La Mesa en Caguas, es uno de los tres finalistas para el Eclipse Aprendiz gracias a que tuvo un destacado 2023 en hipódromos de Estados Unidos en su año de aprendiz. Es finalista junto al también boricua Axel Concepción y la estadounidense Sofía Vives.
Presenting the finalists for Apprentice Jockey #EclipseAwards pic.twitter.com/RDFAv66pgz
— NTRA (@NTRA) January 21, 2024
Concepción parece el favorecido entre los tres finalistas porque fue el que más dinero acumuló con sus montas y el que más primeros lugares consiguió. Logró producir $5,179,154 con sus montas y 199 primeros lugares en 1,050 conducciones. El dinero producido y las vitorias son los principales criterios a la hora de seleccionar a los ganadores de los Eclipse.
Pero Torres no está lejos en dinero producido con $5,052,465. Acumuló 100 primeros lugares en 780 montas. Y Vives tiene $3,569,901 en ganancias y 122 primeros lugares en 764 montas.
Pero a Torres le han dicho allegados que nos descarte ser nombrado el jueves por la razón de que no está primero en los principales criterios de selección.
“Siempre se ha dicho que se dejaban llevar por las victorias, por el dinero. Pero me han dicho que también cuentan los hipódromos en que has montado, que en mi caso son de los más duros”, dijo.
Torres montó en el 2023 en el competitivo circuito de Nueva York con sus hipódromos Belmont, Aqueduct y Saratoga, además de haber trabajado en Parx en Filadefia y Gulfstream Park en Miami.
“Pero estoy contento nada más por ser nominados. Además, Áxel es como mi hermano. Como quiera ganamos”, agregó.
El estelar jinete boricua Irad Ortiz también es finalista en los Eclipse en la categoría de Jinete de Primera. Sería su quinto Eclipse, con lo que empataría con el legendario panameño Laffit Pincay.
Torres no tuvo todo el 2023 como Aprendiz. Éste comenzó como Aprendiz en el 2022 y ese año logró sus primeras cinco victorias que marcan el inicio del periodo de un año que los aprendices mantienen antes de pasar a ser Jinete de Primera.
Sucede que Torres se fue de Camarero a Gulfstream Park en el 2012 como galopador de caballos por el peso corporal. Torres mide 5′7 de estatura, lo que es considerado alto para los jinetes. Y tuvo que trabajar duro para bajar a 108 libras, que es el peso inicial de los aprendices.
“En Puerto Rico estaba en la escuela de galopador, no de jinetes. Ya llevaba unos seis meses en la escuela. Me veía. Siempre estaba metido ahí, en Camarero, galopando, caminando caballos, en las cuadras, aprendiendo. Y me dijeron que en Estados Unidos me iba a ir bien y una persona me consiguió al entrenador Saffie Joseph, que me comenzó a dar caballlos”, contó Torres al nombrar al reconocido entrenador natural de Barbados, a quien llegó por recomendación de José García.
“Fue complicado”, continuó Torres sobre la transición de Puerto Rico a Estados Unidos y de galopador a jinete. “A veces mi peso se trancaba y no bajaba más. Siempre había gente a mi lado que me decía que lo cogiera con calma. Cuando estaba rebajando para sacar la licencia sudaba duro. Cuando bajé a 108, 110 libras me decía ‘cómo me voy a mantener’. Pero lo que quería era que mi abuelo me viera montar, y me vio montar en su primer viaje fuera de Puerto Rico”, agregó.