La Confederación Hípica del Caribe emitió una resolución sobre las denuncias recibidas durante la celebración de la Serie Hípica del Caribe en el Hipódromo Camarero.

El evento se llevó a cabo el 4 y 5 de diciembre en Puerto Rico. El mismo fue organizado por la empresa operadora Camarero Racetrack Inc., que está en manos de puertorriqueños. La Confederación Hípica del Caribe convocó a una asamblea extraordinaria el jueves para discutir los señalamientos presentados.

En la comunicación escrita emitida desde Ciudad de Panamá, se especifica que “se dieron varios hechos que infringieron en la igualdad de condiciones de los ejemplares competidores”.

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La Confederación Hípica del Caribe reconoció que ocurrieron múltiples fallas que pudieron haber afectado el rendimientos de algunos ejemplares.

Las condiciones de la cuarentena para los representantes de ciertos países y el acceso a la pista fueron incómodas y desiguales, como también la baja calidad del hospedaje de los ejemplares y discriminación durante la cuarentena y el acceso de los ejemplares al Hipódromo”, reza el documento.

En la asamblea también se concluyó que la hora de salida del Clásico del Caribe ocurrió más tarde de lo programado debido a una presentación artística.

“Crearon un ruido estrepitoso que afectó el desfile de los ejemplares manteniéndolos en la pista aproximadamente 30 minutos antes de entrar al paddock interno, incluso dando a lugar a que uno de ellos por las razones expuestas se escapara y diera dos vueltas por la pista”, se indica.

La Junta Directiva decidió elevar una protesta en nombre de la Confederación Hípica del Caribe y, a su vez, convocar a una Asamblea general de los Delegados Hípicos del Caribe para adoptar reformas en el reglamento del Clásico del Caribe.

Asimismo, se sugirió abrir una investigación sobre las denuncias y adoptar las sanciones que pudieran corresponder a los que resulten responsables.