Saratoga Springs, Nueva York. Arcangelo ganó el Travers de $1.25 millones de dólares por un cuerpo en Saratoga el sábado, dándole a la entrenadora Jena Antonucci su segunda victoria importante de Grado 1 después de que el potro ganó el Belmont Stakes.

“Supongo que cuanto más haga este caballo, más seguiremos escribiendo algo de historia”, dijo Antonucci.

El día se vio empañado por la muerte de dos caballos, incluido el New York Thunder en el H. Allen Jerkens Memorial de $500,000. En total, siete caballos murieron en la competencia de verano en el norte del estado de Nueva York.

“Después de lo que pasó, este es el mejor resultado que se podría tener para los Travers”, dijo Mike Repole, propietario del Forte, que ocupó el cuarto lugar en el Travers con la monta de Irad Ortiz.

“Ella (Antonucci) se lo merece. No tengo miedo de decirlo; ese es el mejor niño de 3 años del país. No hay duda.

Montado por Javier Castellano, Arcangelo corrió 1 1/4 de milla sobre una pista embarrada en 2:2.23 minutos y pagó $7,40, $5,30 y $3,90.

Castellano ganó su séptimo Travers. El jockey de 45 años ganó el Derby de Kentucky con Mage en mayo y luego el Belmont con Arcangelo.

“Es como el Super Bowl para Tom Brady”, dijo Castellano. “Por supuesto, significa mucho para mí porque este juego tiene altibajos. Recuerdo que el año pasado no tenía ningún caballo para montar en el programa. Tuve que salir de la ciudad. Terminé montando en Monmouth Park el año pasado porque no tenía ningún negocio. El año anterior sólo monté un caballo en las 14 carreras”.

Disarm, que llegó segundo en el Travers , pago $8 y $8.80. Tapit Trice, montado por José Luis Ortiz, finalizó tercero y pagó $6 para aparecer.

El ganador del Preakness, National Treasure, fue quinto con la monta de John Velázquez, y Mage fue último en el campo de siete caballos que incluía a cada uno de los tres ganadores de la carrera de la Triple Corona.

En junio, Arcangelo convirtió a Antonucci en la primera entrenadora en ganar una carrera de la Triple Corona cuando ganó el Belmont. El potro no había corrido desde entonces, y Antonucci y el propietario Jon Ebbert de Blue Rose Farm decidieron traer a Arcangelo lentamente.

“Todavía recibo muchas críticas por eso”, dijo Antonucci. “Nunca tuve en mente un retiro con este caballo. Entiendo que los tradicionalistas de este deporte siempre verán las brechas. Este caballo ha tenido toda su carrera de esa manera porque Jon quiere que lo lleven lentamente, correctamente y que se le dé el tiempo que necesita para crecer”.