A Irad Ortiz no lo ‘eclipsa’ nadie
El destacado jinete vuelve a liderar la hípica de Estados Unidos con una temporada histórica.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Irad Ortiz, hijo, vuelve en el 2023 a ser una línea para ganar su quinto premio Eclipse, con lo que empata con el legendario panameño Laffit Pincay y le coloca al alcance del récord de Eclipses coleccionados en la categoría de jinete de primera que sostiene el retirado estadounidense Jerry Bailey.
Este febrero, cuando se celebra la ceremonia de los premios Eclipse en Miami, Ortiz estará presente, con el oído atento e incrédulo de lo que podría lograr a sus 31 años de edad.
“Si dicen mi nombre, eso será increíble”, dice el trujillano. “Cuando gané el primer Eclipse, me preguntaba: ‘¿Y cómo es posible que esos jinetes ganaron cinco, siete Eclipse?’ Estoy sin palabras con lo que ha alcanzado”.
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El Eclipse, un premio al estilo los Grammys de la música o los Oscars del mundo cinematográfico, reconoce, entre otras categorías de la hípica, al jinete de primera más destacado de Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico. Bailey es el líder de todos los tiempos con siete Eclipses ganados. Pincay le sigue con cinco, al igual que le seguiría Ortiz si lo gana el galardón del 2023.
Ortiz es una línea porque lidera las dos principales estadísticas consideradas para nombrar al ganador, comenzando con la de dinero producido por sus montas. El ganador de Breeders’ Classic con White Abarrio ha llevado a sus montas del 2023 a acumular hasta antes de la acción de ayer un total de $38,242,002 millones en ganancias para los dueños de caballos que le confían sus animales.
Esa cifra es casi $10 millones más que el jinete que está en segundo lugar, el estadounidense Tyler Gaffalione. Y es un récord histórico, uno que el mismo Ortiz poseía con los $37,024,452 que acumuló en el 2022, cuando ganó su cuarto premio Eclipse. Esa cifra seguirá en aumento hasta que la temporada concluya el 31 de diciembre.
Ortiz dijo que esa cifra no es solamente posible gracias a victorias grandes como en el Breeders’ Classic, que reparte $6 millones, sino que también con las cientos de carreras con reclamos de $22,000.
“Esas carreras son importantes”, dijo Ortiz señalando a los clásicos. “Pero también son importantes esas carreras pequeñas. Todas esas van acumulando”.
De hecho, la estadística de victorias es el segundo criterio más importante a la hora de escoger a ganador del Eclipse y Ortiz también es dueño de ésta suma en el 2023. Previo a este domingo, Ortiz tenía 350 primeros lugares, lo que es una marca personal, además de ser cerca de 100 más que el segundo mejor en esa estadística. La marca anterior de Ortiz era de 346 triunfos.
Ha logrado su marca personal de triunfos en casi 200 montas menos que cuando ganó 346 en el 2018 gracias a cuánto ha crecido como jinete para hacer las movidas correctas en el momento preciso, para sentir en sus manos cómo el ejemplar se está sintiendo.
También es gracias a quienes le ayudan, como su agente Steve Rushing, como sus colegas, el carolinense John Velázquez y el retirado panameño Cornelio Velásquez, entre otros.
“Son gente que se preocupa por uno, que quieren ver a uno bien. Cornelio fue especial para mí cuando llegué a Estados Unidos. Soy otro comparado con lo que era”, reconoció.
Ortiz llegó a Estados Unidos en el 2011, procedente de la renombrada escuela hípica Agustín Mercado Reverón de Canóvanas, y desde entonces ha ido mejorando estadísticamente. Ganó 151 carreras en el 2011 y lleva 350 en el 2023. Entre medio, el boricua tiene ocho temporadas corridas de al menos 300 primeros lugares por año y acumula hasta el día de hoy 3,728 primeros lugares y sobre $300 millones en ganancias en su carrera.
Para poner sus logros en perspectiva, John Velázquez acumuló 2,219 victorias en sus primeras 12 temporadas. En ese periodo, Ortiz ha logrado 1,500 victorias más el miembro del Salón de la Fama.
WHITE ABARRIO WINS THE BREEDERS' CUP CLASSIC.#BreedersCup pic.twitter.com/ZERpOUy6Et
— NBC Sports (@NBCSports) November 4, 2023
Ortiz va a un ritmo indetenible hacia el Salón de la Fama, para el que es elegible luego de 20 temporadas. Con salud y montando los mejores caballos en el mercado, hay que pensar que el ascenso de Ortiz se mantendrá.
Él le da las gracias a Dios por la salud que le ha permitido montar diariamente. Desde que debutó en el 2011 en Estados Unidos, Ortiz ha montado cada año sobre 1,000 ejemplares. Ha dicho en el pasado que ha ajustado su estilo agresivo de montar para evitar suspensiones que le sacan de la pista y que, de paso, evitan que acumule victorias y premios.
También le da las gracias a los dueños de caballos y entrenadores que le confían los animales, mucho de los cuales cuestan millones de dólares y son favorecidos o candidatos a ganar cada carrera. Ortiz está montando para los principales jinetes de Estados Unidos, como Todd Pletcher, Michael Maker, Chad Brown, Christophe Clement, entre otros.
Y ha escuchado que tiene el favor de los principales dueños y entrenadores porque monta duro cada carrera, desde el reclamo de $20,000 hasta el clásico de grado de $1 millón, siempre buscando que su caballo cruce primero la meta o que, en el peor de los casos, entre al menos en el dinero.
“Eso es lo que dicen por ahí“, dijo.