Ciudad Panamá. Hace 46 años, se celebró en Venezuela la segunda edición del Clásico Internacional del Caribe, en la que se impuso el ejemplar mexicano El Comanche, conducido por Rubén Contreras.

Casi medio siglo después, Contreras se presenta nuevamente al mismo evento, pero en calidad de preparador del tresañero Diamante Rubio, buscando convertirse en el primero que gana el Derbi Caribeño en dos facetas diferentes.

“Tú no sabes la ilusión que tengo de obtener este éxito porque no tenemos en la lista de récords. Me causaría una gran satisfacción, pero desde luego, el grupo no está fácil con caballos muy fuertes”, expresó Contreras.

“Para mí es una emoción increíble. Cuando gané el Clásico me volví loco y si lo hago de nuevo este año me volvería loco otra vez, porque sí tengo mucha ilusión en mi caballo”, añadió.

Diamante Rubio, un nieto materno de Unbridled, cuenta con historial de 14 salidas y tres victorias, todas a sus dos años. Corre colocado cerca del paso o a mitad de grupo.

“El caballo se me bajó notoriamente por el cambio de clima. El calor es bastante fuera de serie, considerando lo que tenemos en México. Llegamos aquí que parece que sale lumbre de la tierra, pero el caballo se me ha ido componiendo poco a poco y ahorita lo vemos bastante mejor. Le tengo mucha esperanza”, concluyó Contreras.