Cinco nuevos inmortales
El jinete activo Edwin Castro figura entre los nuevos miembros del Salón de la Fama del Hipismo Puertorriqueño en una ceremonia que se efectuará el 10 de junio.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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Un jinete activo, un criador y tres ejemplares de carreras fueron presentados ayer como los nuevos miembros del Salón de la Fama del Hipismo Puertorriqueño quienes serán exaltados en una ceremonia que se llevará a cabo el 10 de junio en el hipódromo Camarero.
Así se dio a conocer en conferencia de prensa efectuada en el Museo del Deporte de Puerto Rico, ubicado en Guaynabo, y en la que se informó que el jinete Edwin Castro, el fenecido criador José “Pepe” Carro y los ejemplares El Águila, Capá Prieto y Batavia Light forman parte del nuevo grupo de inmortales hípicos.
Castro, graduado de la escuela vocacional hípica en diciembre de 1989, comenzó su carrera como jinete aprendiz en enero del año siguiente en el que dominó la estadística general entre los de su clase. Es ganador de más de 2,500 carreras y ocupa la tercera posición en cantidad de victorias.
Además, es ganador de 50 eventos clásicos y, como aprendiz, ganó cinco carreras en una tarde dos veces. Entre sus logros incluye el haber ganado los premios Ramón Eduardo Figueroa y Mateo Matos en dos ocasiones, cada uno por sus cualidades de atleta y figura hípica dentro y fuera de la pista.
“Esto es algo que todo deportista ansía. Me alegra mucho haberlo conseguido y le pido a Dios que me siga dando salud para continuar haciendo mi trabajo lo mejor posible”, añadió.
En el caso de Carro, éste fue un destacado criador de purasangres con su potrero Haras del Caribe, que ubica en Santa Isabel. Fue gestor de la llamada Copa Criadores, que consistió en una serie de dos eventos clásicos celebrados en una misma tarde, uno para potrancas y otro para potros tresañeros, lo que duró por varios años.
“Mi padre fue una persona muy querida y respetada en esta industria y, a nombre de mi familia, estamos muy agradecidos por este honor que le confieren”, expresó José Ignacio Carro, quien asumió la administración del Haras del Caribe luego del fallecimiento de “Pepe”, como se le conocía a su padre.
En el caso del ejemplar Capá Prieto, este nativo se destacó como uno de los mejores velocistas de las pasadas décadas en Puerto Rico y ostentó dos marcas de pista. Una de ellas para 1,100 metros con 1:03 4/5 y la otra para 1,300 metros con 1:16 4/5.
El hijo de Holy War en la yegua Dancing Kim, por Never Bend, criado en el Potrero del Sur, perteneció al establo Pro y fue entrenado por Javier Maymó. Ganó 37 de 46 carreras con $361,512 en premios y fue ganador del clásico Eugenio María de Hostos en 1981 y 1982.
El Águila, por su parte, ganó siete eventos clásicos activo a finales de la década de 1960 en el antiguo hipódromo El Comandante. El hijo del semental Luchador en Climb High, por Escadru, criado en el Potrero Santa Isabel, fue propiedad del establo La Altagracia y entrenado por Eusebio Flores. Acumuló $59,989 en premios, producto de 14 victorias en 47 salidas, incluyendo 11 segundos y nueve terceros.
De otra parte, la velocista importada Batavia Light fue ganadora en 23 de 33 carreras con siete triunfos en eventos clásicos, tres de ellos cargando 125 libras o más. Fue seleccionada como tresañera importada del año en 2006 y mejor yegua importada mayor en 2007.
La abonada del establo Luna, del fenecido empresario Juan Luna, entrenada por Saúl Matos, es hija del semental Colony Light en la yegua Rainbow Fame, por Quest For Fame, criada en la Florida. Acumuló ganancias que totalizan $446,486.
“A nombre de mi familia, estamos muy agradecidos por esta selección de la que fue la mimada de mi padre, que estoy segura quede haber estado aquí, no hubiera podido resistir emocionarse porque era un enamorado del hipismo”, dijo Betzaida Luna Echevarría, hija de Juan Luna.