Putellas dice que el fútbol femenino en España ha dado un punto de inflexión
Las jugadoras han recibido garantías de que surgirán reformas dentro de la asediada federación.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Barcelona. Un mes después de que el fútbol español fue sacudido por un escándalo de sexismo, las jugadoras de la selección que se consagró campeona del Mundial femenino indicaron el jueves que alcanzaron un punto de inflexión en su batalla por la equidad.
Alexia Putellas, la ganadora de dos Balones de Oro, sostuvo que el acuerdo al que llegaron tras una reunión maratónica esta semana entre jugadoras, la federación y mediadores del gobierno llevará a una reforma real dentro de la asediada federación.
“Creo que la reunión del otro día es un punto que va a hacer que sea un antes y un después”, dijo Alexia, quien usa su primer nombre en España. “Realmente lo pienso. Confío en que los acuerdos que se llegaron, que nos llevaron a las tantas de la madrugada, harán que nuestro deporte y creo que también el deporte femenino y en consecuencia la sociedad”.
Alexia habló en conferencia de prensa en Gotemburgo, Suecia, en la víspera del duelo de Liga de Naciones ante Suecia. La selección arribó el jueves tras una breve concentración en Valencia, ciudad del este del país, y que se enfocó en una reunión que se prolongó hasta la madrugada del miércoles.
Alexia e Irene Paredes, otra histórica de la selección, hablaron el jueves en una conferencia de prensa. Dijeron que salieron de la reunión convencidas de que la federación toma en serio eliminar lo que Alexia consideró “discriminación sistémica” dentro de la institución. Otros detalles de la reunión no han sido revelados.
El duelo del viernes será el primero de España desde que superaron el 20 de agosto a Inglaterra en la final de la Copa Mundial en Sidney. Pero las jugadoras han tenido que lidiar con el escándalo y las consecuencias de que el presidente de la federación, Luis Rubiales, besara a la jugadora Jenni Hermoso en los labios sin su consentimiento durante la ceremonia de premiación.
Alexia se dijo confiada de que vendrá un cambio verdadero debido a que el acuerdo con la federación incluyó la creación de un comité de supervisión con jugadoras, directivos de la RFEF (las iniciales de la federación) y funcionarios del gobierno para fiscalizar los cambios que se realizarán.
Indicó que espera que el Consejo Superior de Deportes de España eventualmente haga público el acuerdo, pero que también incluyó el compromiso por escrito de la RFEF de reescribir los protocolos de discriminación.
“Si esto hace más fácil para que las mujeres vean el ejemplo de lo que le sucedió a nuestra compañera entonces tiene que valer la pena”, advirtió Alexia. “Tras todo lo que sufrimos y Jenni, quien ha sufrido más”.
También podría llevar a otros cambios personales, aunque ni Putellas ni Paredes mencionaron cuáles son. Tras la larga reunión, la RFEF despidió al secretario general Andreu Camps, quien era considerado cercano a Rubiales. Las jugadoras habían pedido anteriormente cambios en otros departamentos de la RFEF para remover a cualquiera que haya “incitado, cubierto o aplaudido” los actos y actitudes sexistas, así como que la renuncia del presidente interino Pedro Rocha.
Montsé Tomé, la nueva entrenadora, habló en la conferencia de prensa antes de las jugadoras.
Tomé, quien reemplazó al despedido Jorge Vilda, está bajo la lupa tras llamar a jugadoras, incluyendo a Alexia, Paredes y otras 13 campeonas del mundo, a pesar de que habían dicho claramente que no jugarían hasta que la Federación aplicara las reformas.
Cuando le preguntaron sobre los reportes de la televisora estatal RTVE de que Tomé estaba en peligro de ser despedida tras el partido de la próxima semana ante Suiza, respondió que ella sólo quiere centrarse en lo deportivo.
“Todo lo que ha salido de que las jugadoras no nos quieren no lo siento y no lo he oído de ellas”, dijo Tomé.
Posteriormente, Putellas indicó que las jugadoras no habían pedido que despidieran a Tomé o Vilda, su predecesor.
Las jugadoras acudieron a la concentración el martes en Valencia, pero se requirió que el gobierno español mediara personalmente entre la federación y las jugadoras para que se quedaran. Dos jugadoras se fueron después de que aseguraron que no recibirían ningún castigo con una multa o veto de sus clubes, como aplicaría de acuerdo con la legislación deportiva de España.