Sao Paulo. La Copa Mundial de fútbol es un escenario hecho para que las máximas estrellas del deporte brillen. Pero, de vez en cuando, una nueva luminaria se enciende en el firmamento.

El colombiano James Rodríguez ha utilizado el Mundial de Brasil como su carta de presentación. Antes de que rodara el balón, todos los ojos estaban puestos en las estrellas establecidas como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Pero, con cinco goles para liderar el torneo y su Colombia clasificada en los cuartos de final, es James el que está en boca de todos.

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Su carisma, habilidad, y el enorme futuro que tiene por delante con tan solo 22 años convierten a James (se pronuncia literalmente, no en inglés) en la nueva estrella del fútbol.

“No es fácil lograr lo que yo he hecho. Pero cuando uno tiene un sueño, realmente lo persigues y te imaginas las cosas sucediendo, pues se puede convertir en una realidad”, dijo James en una entrevista con fifa.com. “Si uno quiere algo y trabajas duro para ello, puede suceder”.

James nació el 12 de julio de 1991 en Cúcuta. Sus padres, según han reseñado varios medios, le pusieron su nombre en honor a James Bond. El fútbol siempre le corrió por la sangre y, luego de desarrollarse en el balompié colombiano, pasó a Argentina con el club Banfield. En tierras gauchas, se convirtió en el extranjero más joven en debutar en la liga de dicho país con apenas 17 años.

En el 2010, dio el salto a Europa cuando fue fichado por el Porto portugués. Un año después, James ya alzaba trofeos en el Viejo Mundo cuando el Porto se proclamó campeón de la Europa League y la Copa de Portugal. En el Porto jugó con otra estrella colombiana, Radamel Falcao.

James ya comenzaba a sonar en Europa, y el pasado año el AS Mónaco de Francia pagó 45 millones de euros al Porto para fichar a la emergente estrella.

Aumenta su valor

Gracias a su genial actuación en Brasil, ya otros clubes grandes de Europa comienzan a tocar a la puerta. Y es que James no tan solo anota goles y crea juego, sino que lo hace con estilo. Su golazo el pasado sábado contra Uruguay, de volea desde más arriba de la medialuna, generó todo tipo de alabanzas, hasta de superestrellas de otro deporte.

“Hombre, ¡viendo este juego de Colombia creo que tengo mi jugador favorito en la Copa Mundial! Obviamente, su nombre ayuda”, tuiteó la superestrella del Heat de Miami en la NBA, el delantero LeBron James.

Los heroísmos de James tienen a Colombia soñando. Los cafeteros derrotaron a la experimentada Uruguay por 2-0 en octavos de final para sumar su cuarta victoria en igual número de salidas. Pocos esperaban este tipo de arranque por parte de Colombia, especialmente tras perder por lesión antes del Mundial al estelar Falcao.

Pero James ha dejado atrás esos días en los que la afición se lamentaba por Falcao. Y ya ha sido señalado como el heredero del trono del fútbol cafetero, ocupado históricamente por Carlos “el Pibe” Valderrama.

“James es ese reemplazo que me estuvieron buscando durante más de 10 años, aunque tiene otras características”, declaró Valderrama en días recientes. “Es la figura del equipo, él es distinto, es el jugador ideal para comandar a esta selección”, añadió el Pibe, rostro del balompié colombiano y quien hoy tiene 52 años.

El próximo reto de James y Colombia será la selección anfitriona de Brasil, cuando ambos choquen el próximo viernes en partido de cuartos de final en Fortaleza. Colombia llega con mejores sensaciones, mientras que Brasil viene de eliminar a Chile en una tanda de penales. La “verde-amarela”, tras necesitar los penales para superar a los chilenos, ha visto caer ese aura de favoritismo que le rodeaba antes del torneo.

Para James, el partido contra Brasil será otra gran oportunidad para demostrar que llegó para quedarse. “Hemos hecho historia, y ahora queremos continuar. Tendremos a Brasil de frente y sabemos que son equipo duro con grandes jugadores. Pero esperamos derrotarlos”.