Fall River, Mass.  Aaron Hernández fue hace un poco de tiempo una de las más grandes estrellas de los Patriots de New England en la NFL. 

Un tight end que atrapaba pases de Tom Brady y que ayudó a su equipo a obtener un puesto en el Super Bowl, Hernández también tuvo un contrato por $40 millones y a miles de fanáticos que estaban dispuestos a pagar hasta $100 para comprar camisas de juego que llevan su apellido y su número 81.

Hoy viernes, en cambio, Hernández comenzará a ser enjuiciado por asesinato. 

Aquellas camisas —de hecho todo tipo de cosa que tenga un logo de los Patriots o la NFL— serán prohibidas en la corte por un juez que está supervisando el caso, esto como medida de una reflexión sobre lo sensitivo que es el caso y el intenso interés que tienen los medios sobre el mismo.

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Hernández, de origen puertorriqueño, está acusado de haber matado a Odin Lloyd, un jugador semiprofesional de football, de 27 años y nativo de Boston, que estaba saliendo con la hermana de la prometida de Hernández. 

Lloyd fue encontrado muerto por causa de disparos el 17 de junio de 2013 en un parque industrial cercano a la residencia de Hernández en North Attleborough. También acusado por el caso están dos amigos de Hernández, Carlos Ortiz y Ernest Wallace. 

Los fiscales aún no han dicho quien haló el gatillo, pero han acusado directamente a Hernández de haber orquestrado el asesinato. Ortiz y Wallace serán enjuiciados en casos separados.

Más de 1,000 potenciales miembros del jurado se espera que llenen cuestionarios hoy, en lunes y el martes. Sus respuestas serán leídas por los fiscales y el equipo de defensa de Hernández, y ambos les dejarán saber al juez que candidatos consideran deben excusar. 

Aquellos que terminen en un grupo de elegibles para el caso luego serán entrevistados por el juez a nivel individual y fuera de la vista de los medios de noticias. Luego de ese proceso y otros más, 18 personas serán seleccionadas, 12 para ser parte del jurado oficial y otros seis para ser jurado alterno. 

Hasta ese entonces no se permitirán cámaras dentro de la corte, pero sí serán admitidas para los primeras declaraciones del juicio.

El juicio contra Hernández se espera que dure un total de 10 semanas pero con ellas no terminarán los problemas legales de Hernández. 

Él también enfrentarán otros cargos de asesinato en Bosto, donde fue acusado de matar a dos hombres luegos que uno de ellos accidentalmente le derramada una bebida encima en un nightclub. La fecha para ese caso aún no ha sido establecida.