Tiflis. Decenas de miles de aficionados se volcaron anoche a la calles de Tiflis y otras ciudades de Georgia para celebrar hasta altas de la madrugada la victoria (2-0) de la selección nacional sobre Portugal que le dio el pase a octavos de final del Eurocopa, donde le espera España.

En medio del estruendo de los fuegos artificiales y de los cláxones de los automóviles engalanados con la rojiblanca bandera del país se oían los gritos de júbilo de los aficionados por el histórico logro del fútbol georgiano en su primera participación en un torneo continental.

“Soy el hombre más feliz del mundo.¡Hemos hecho historia!”, afirmó en declaraciones a la televisión georgiana Kvicha Kvaratskhelia, el extremo del Nápoles, que despejó el camino a la victoria anotando un gol en minuto 2 y que fue considerado el mejor jugador del partido

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El jugador, de 23 años, a quien los seguidores de su club llaman “Kvaradona”, prometió que el próximo domingo Georgia intentará hacer su mejor fútbol ante España, la única selección que ganó sus tres partidos en la fase de grupos y una de las grandes favoritas para ganar la Eurocopa.

“España, iremos a por la revancha”, avisó a su vez el lateral derecho del Shakhtar ucraniano Giorgi Gocholeishvili, quien recordó la goleada (1-7) que la selección española le propinó a Georgia el año pasado en la fase de clasificación para el Europeo.

El primer ministro de Georgia, Irakli Kobajidze, que asistió al partido con Portugal, agradeció a todos los integrantes de la selección nacional por el “milagro” que le han regalado al país.

“Esta victoria tiene un valor especial: le hemos ganado a uno de los favoritos del torneo”, dijo a la televisión georgiana el jefe del Gobierno, que se mostró convencido que Georgia “saltará al campo a ganar” en el cruce con España.