Londres.- El exdefensa del Manchester United Bill Foulkes, el cuarto jugador que más partidos ha disputado con los "diablos rojos", y que sobrevivió al trágico accidente aéreo del equipo en Munich en 1958, falleció hoy a los 81 años, informó el club inglés.

"Bill fue un personaje enorme en la historia del Manchester United", dijo su vicepresidente, Ed Woodward, sobre Foulkes, quien vistió su camiseta en 688 ocasiones, una cifra solo superada por jugadores como Ryan Giggs, Bobby Charlton y Paul Scholes.

El legendario jugador también será recordado como el capitán del United durante uno de sus periodos más duros, puesto que asumió tras el desastre aéreo de Múnich del 6 de febrero de 1958, cuando el avión que trasladaba al equipo de Belgrado se estrelló tras realizar una escala en esa ciudad alemana.

En el fatídico accidente perdieron la vida 23 personas, entre ellas ocho futbolistas, ocho periodistas y siete miembros de la directiva, lo que desmanteló a los llamados "Busby Babes", una generación de jugadores que estaba llamada a marcar una época con el United.

"Era un hombre muy gentil y tuve el privilegio de estar con él en varias ocasiones, entre ellas una memorable junto a sus compañeros en la final de la Liga de Campeones en Moscú, 50 años después del accidente de Múnich", señaló Wooward.

El directivo aseguró que la contribución de Foulkes "en casi 700 partidos durante una carrera de casi 20 años no será nunca olvidada".

Aunque procedía de una familia en la que su abuelo y su padre fueron jugadores de rugby, Foulkes se decantó por el balompié, lo que compaginó durante parte de su carrera con su trabajo de minero del carbón en su ciudad natal de Saint Helen, al noroeste de Inglaterra.

El zaguero debutó con el United en 1952 y ganó la Copa de Inglaterra dos años después con un prometedor equipo entrenado por Matt Busby, quien no dudó en convertirlo en el líder del vestuario tras la tragedia aérea.

Diez años después del accidente, el Manchester alcanzó la cima del fútbol continental al ganar la Copa de Europa en 1968 en la final disputada en el estadio londinense de Wembley ante el Benfica (4-1), lo que le convirtió en el primer club inglés que lograba ese trofeo.

Ya con 36 años, Foulkes desempeñó un papel clave esa temporada durante el encuentro de ida de la semifinal que les enfrentó al Real Madrid en el Santiago Bernabeu, donde marcó el gol que daba al Manchester el pasaporte a Wembley.

Dos años después colgó la botas y puso fin a 18 años de carrera en el United, donde marcó un total de nueve goles.

A pesar de su importancia con los "diablos rojos", Foulkes solo fue convocado en una ocasión con la selección nacional inglesa.