Estadio de Copa América guarda un sombrío recuerdo
El Estadio Nacional de Chile fue utilizado como prisión durante la dictadura de Augusto Pinochet
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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El continente americano se encuentra de fiesta con la celebración de la Copa América de fútbol en Chile, torneo en el cual las mejores selecciones del Nuevo Mundo se enfrentan entre sí.
Una de las instalaciones de este torneo es el Estadio Nacional de la ciudad de Santiago, donde se jugarán seis partidos, incluyendo la gran final que se disputará el 4 de julio.
Este inmueble, con capacidad para casi 49,000 personas sentadas, fue inaugurado en 1938 y es donde la selección nacional de Chile juega sus partidos locales. Incluso, fue sede de la final de la Copa Mundial de fútbol de 1962.
En estas semanas, el estadio vibra con miles de aficionados alentando a sus selecciones en la Copa América. Sin embargo, unos viejos “bleachers” de madera detrás del gol norte se quedan vacíos para todos los encuentros, sirviendo como un recordatorio de un triste episodio que vivió la instalación.
Ese pequeño espacio se mantiene en memoria a las miles de personas que fueron torturadas en las entrañas del estadio durante la dictadura de Augusto Pinochet, quien usó el inmueble como un centro de detención. Algunos prisioneros, incluso, fueron asesinados allí mismo.
La dictadura de Pinochet inició el 11 de septiembre de 1973, cuando se derrocó el gobierno de Salvador Allende. Fue entonces que el estadio se convirtió en la cárcel más grande de América del Sur.
El estadio fue finalmente vaciado para la eliminatoria de la Copa Mundial de 1974, en un partido que Chile tenía que recibir a la Unión Soviética. Debido a todo lo sucedido allí, el equipo soviético finalmente se rehusó a viajar. Sin embargo, la selección chilena salió al campo para hacer el resultado oficial y sellar su clasificación al Mundial.
Luego, 30 años después del golpe de estado, 11 de septiembre de 2003, las antiguas gradas de madera fueron declaradas como Monumento Histórico. Pese a todas las renovaciones del estadio, ese pequeño sector sigue vigente, recordándole a todos los chilenos del sufrimiento que una vez se vivió en el estadio.
Incluso, en el área debajo de dichos asientos se creó un pequeño memorial con fotos de los desaparecidos y fusilados. Y, sobre las escaleras que llevan al campo, un cartel lee “Un pueblo sin memoria en un pueblo sin futuro”.