España interviene por los repetidos incidentes con toques racistas hacia Vinicius
Existe una ley contra la violencia racismo, xenofobia e intolerancia en el deporte desde el 2007, pero no todos los casos pueden recibir una sentencia criminal.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Madrid. La atención debido al más reciente caso de insultos contra el delantero del Real Madrid Vinicius Junior podría llevar a España a un punto de quiebre en la lucha contra el racismo en el fútbol.
Nunca antes las autoridades locales habían actuado de forma tan expedita contra un aficionado que insultó a un jugador y nunca antes los dirigentes del fútbol habían castigado tan fuertemente a un club por el comportamiento racista de sus seguidores.
Las cosas claramente cambiaron cuando Vinicius puso los reflectores sobre España al señalar con el dedo a aquellos que lo insultaron la semana pasada en Valencia. Pero los retos que existían desde antes de que el caso de Vinicius llevara a la acción de las autoridades españolas se mantienen, especialmente las acusaciones contra los aficionados por su abuso.
Nadie ha enfrentado un juicio en España por el abuso racista contra jugadores y a pesar de la atención que ha generado el reciente caso de Vinicius, podría no tan fácil que los aficionados paguen por sus acciones en un juzgado.
Casos similares a los que sufrió Vinicius el domingo fueron archivados por la fiscalía en el pasado, incluyendo otros que involucran al astro brasileño.
España creó una ley contra la violencia racismo, xenofobia e intolerancia en el deporte en el 2007, pero no todos los casos pueden recibir una sentencia criminal, sólo en aquellos casos en los que exista intención de dañar a la víctima física o moralmente. Hay espacio para interpretación y la mayoría de los casos, incluyendo los gritos de “mono” contra Vinicius, terminan con castigos leves como multas o vetos de los estadios.
“¿Qué les tomará criminalizar a estas personas?”, dijo Vinicius esta semana en una de varias publicación en Twitter criticando la falta de acción contra el racismo en España.
La fiscalía que archivo el caso de Vinicius admitió que los “desagradables” gritos racistas contra él ocurrieron en el contexto de una rivalidad de fútbol y aunque fueron “inapropiados” e “irrespetuosos”, ocurrieron como parte de las burlas comunes en el fútbol.
La liga española, que ha denunciado estos casos, decidió evitar presentar las quejas ante la fiscalía especializada en crímenes de odio y los presentó directamente frente a una corte.
“Nos obligó a cambiar de estrategia”, admitió el presidente de la liga española Javier Tebas en entrevista con The Associated Press antes de que ocurriera el más reciente caso contra Vinicius. “. Ya no queremos encontrarnos con fiscales que puedan opinar, preferimos que sea el juez directamente el que tenga que opinar”.
Tebas también pidió que la liga tenga más poder para sancionar debido a que sólo pueden denunciar los casos. Dijo que la liga podría poner fin al racismo en seis meses de tener la autoridad.
El primer juicio contra un aficionado acusado de abuso racista en el fútbol español está programado para este año e involucra al delantero del Athletic Bilbao Iñaki Williams, hermano mayor de Nico Williams. Un seguidores del Espanyol lo insultó en un encuentro en el 2020.
Los crímenes de odio en España son castigados con uno a cuatro años de prisión, mientras que los crímenes contra la integridad moral de una persona reciben un castigo de seis a 24 meses en prisión.