Escándalo sexual en Qatar: destapan supuestos casos de infidelidad en la selección de Serbia
Se habla de que hasta futbolistas se fueron a los puños en un uno de los entrenamientos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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En el Mundial Qatar 2022 estalló un escándalo sexual que tiene como principales protagonistas a los jugadores de la Selección de Serbia, que en estos días definirán el pase a los octavos de final en el grupo que integran las selecciones de Brasil, Suiza y Camerún.
De acuerdo reveló el periodista británico Richard Wilson a través de varios tuits, dos seleccionados del equipo balcánico habrían tenido relaciones sexuales con las parejas de dos de sus compañeros, lo que causó un gran alboroto en el vestuario. Como se recuerda, un caso parecido sucedió en Argentina entre los jugadores Horacio Ameli y Eduardo Tuzzio, que en ese entonces eran futbolistas de River Plate.
Los protagonistas de este suceso insólito serían el delantero y figura del equipo Dusan Vlahovic, que hasta el momento no ha sido titular en ningún partido de la Copa del Mundo por razones que no se saben, y Nemanja Gudelj, jugador del Sevilla.
Asimismo, de acuerdo señala este periodista, Vlahovic y Gudelj se habrían acostado con la esposa del arquero Predrag Rajkovic y con la compañera de Luka Jovic, otro de las figuras de la selección.
“No estoy diciendo que las cosas al comienzo de este hilo hayan sucedido, solo digo cuál es el rumor ampliamente difundido. Pero lo que sucedió daría crédito a la teoría de que hay una gran pelea que involucra a Vlahovic y que el estado físico no es lo único por lo que no juega”, dijo el periodista después.
El periodista reveló que el supuesto motivo por la que Vlahovic no ha disputado ni un partido es por el hecho de que aparentemente tuvo un romance con la esposa del portero Rajkovic. También, conforme pudo averiguar por fuentes cercanas al jugador, su estado físico es bueno y la decisión de que no sea titular viene de parte del entrenador.
Por último, el cronista informó también que Nemanja Gudelj habría tenido relaciones sexuales con la pareja de Luka Jovic, Sofija Milosevic, y que ambos llegaron a los golpes durante un entrenamiento.
HORACIO AMELI Y EDUARDO TUZZIO, UN ACONTECIMIENTO PARECIDO EN ARGENTINA
River vivió uno de sus tiempos más difíciles fuera del campo de fútbol hace 17 años, luego de que Horacio Ameli y Eduardo Tuzzio, defensores titulares del equipo, se agarraran a golpes por una infidelidad.
Conforme se supo durante todos estos años, Ameli inició una relación sentimental con la esposa de Tuzzio, lo que causó una explosión en el equipo de Núñez cuando se conoció la noticia.
Federico Domínguez, integrante de ese plantel, reveló sobre cómo lo tomaron los jugadores y cuál fue el rol de Marcelo Gallardo, capitán del equipo, para tratar de que el problema entre los defensores no interfiriera en el rendimiento futbolístico del equipo.
“Yo recién había llegado, era mi primer semestre, tenía toda la ilusión de ganar la Libertadores. Íbamos bien en el campeonato y en la Copa terminamos primeros en el grupo, invictos, habíamos empatado un solo partido”, informa Domínguez en entrevista con La Nación, cuando le preguntan cómo se habían enterado del escándalo.
“Íbamos a empezar la práctica, Astrada nos juntó en el medio del campo, señaló un par de cuestiones futbolísticas, nos felicitó por esa primera fase, nos dijo que estábamos por el buen camino pero que se venía lo más difícil. Y cuando terminó de hablar, apareció Tuzzio y dijo lo de Ameli y su esposa”, dijo el exdefensor.
Y sobre la reacción del plantel, indicó que “se quedaron helados” y que de la sorpresa pasaron a separarlos, porque se querían pelear. “Se suspendió el entrenamiento y después fue un gran quilombo todo: muy difícil de gestionar para Astrada y muy difícil de llevar para el grupo”, aseveró.
El entrenador recordó que durante ese tiempo había decidido que entrenaran en horarios diferentes y que rotarían cada día. Para los partidos en el campeonato local utilizaba a uno y no al otro, y para el encuentro siguiente cambiaba. En la Libertadores jugaban, pero no cruzaban palabras.
“Yo concentraba con Diogo, el otro lateral, y nos decíamos: ‘Estos muchachos no se hablan, tenemos que estar más atentos que nunca’. Los laterales siempre se hablan con los centrales, pero acá teníamos que hacerlo entre nosotros y en el Monumental, con todo el griterío, era imposible. Era muy, muy jodido”, afirmó.