El Chelsea es asfixiado por las sanciones económicas a su propietario
La congelación de los activos a Roman Abramovich por sus lazos con Vladimir Putin han dejado al pasado ganador de la Liga de Campeones con un vacío que podría dejarles sin dinero.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Londres. Gastos excesivos, sustentados solo por la inversión de Roman Abramovich, financiaron los 21 trofeos del Chelsea durante sus 19 años como propietario. Ahora, se teme que el club de la Liga Premier se quede sin dinero luego que el gobierno británico sancionó al oligarca ruso y congeló sus activos.
El equipo, que se coronó en la Liga de Campeones el año pasado y que ganó el Mundial de Clubes de la FIFA hace un mes, ahora enfrenta el congelamiento de algunos financiamientos bancarios por el cual sus directivos no pueden hacer uso de las tarjetas de crédito corporativas mientras la compañía de servicios financieros Barclaycard evalúa lo que es permitido bajo las normas del gobierno.
Al Chelsea solo se le ha permitido seguir operando y sosteniendo partidos bajo las condiciones establecidas por el gobierno británico a través de una licencia especial, pero se le han fijado límites para gastos y se le ha prohibido vender boletos, una medida que reducirá el flujo de dinero para un club cuya última nómina dada a conocer era de alrededor de 28 millones de libras ($36 millones) mensuales.
Los directivos del Chelsea se reunieron el viernes con funcionarios del gobierno británico para discutir la manera en que equipo puede seguir pagando salarios a sus empleados, operar en el Stamford Bridge en los días de partido y asegurarse de que el club pueda ser vendido.
Abramovich había anunciado de antemano planes para vender al club la semana pasada antes de ser sancionado el jueves por sus vínculos con el presidente ruso Vladimir Putin a raíz de la invasión de Rusia a Ucrania.
El banco de inversiones Raine Group trabaja en el proceso de venta a nombre de Abramovich, quien sigue siendo el dueño del Chelsea.
Existen varios interesados en comprar al club, entre ellos el inversionista de bienes raíces británico Nick Candy, y Todd Boehly, uno de los dueños de los Dodgers de Los Ángeles, de Grandes Ligas.