Múnich, Alemania. El Bayern Múnich regresó a casa sin mucho ruido el lunes, cargando el trofeo de la Liga de Campeones tras derrotar al París Saint-Germain en la final que se disputó en Lisboa la noche anterior.

El club alemán advirtió a sus hinchas no apersonarse al aeropuerto de Múnich para prevenir contagios de coronavirus. Añadió que el plantel sería sacado de inmediato, limitándose la posibilidad de que los aficionados pudieran ver de cerca a los flamantes campeones de Europa.

Sin hinchas eufóricos, el gobernador del estado de Bavaria Markus Söder dio la bienvenida al técnico Hansi Flick y a su equipo en la pista tras bajarse del avión.

“Este es uno de los equipos del Bayern más impresionantes que hemos podido disfrutar”, dijo Söder, ferviente seguidor del Bayern que se limitó a tocar el brazo de los jugadores para cumplir con el protocolo de higiene. “Toda Bavaria está orgullosa”.

El Bayern ya se había coronado campeón de la Bundesliga y la Copa de Alemania, con lo que la consagración europeo le permitió festejar su tercer triplete. El anterior fue en 2016 bajo la dirección de Jupp Heynckes.

Fue la sexta Copa de Europa que conquista el Bayern, luego de las ganadas en 1974, 1975, 1976, 2001 y 2013.