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Doha. El técnico de Francia, Didier Deschamps, entiende que una mayoría de fanáticos no argentinos se inclinarán a favor de la Albiceleste en la final de la Copa del Mundial para que Lionel Messi tenga el adiós perfecto en la máxima cita del fútbol.

De hecho, Deschamps intuye que algunos en Francia estarán deseando que ese también sea el desenlace.

“Estoy bien estando solo en el mundo, eso no me molesta”, dijo Deschamps, esbozando una sonrisa el sábado en la víspera del partido por el título.

En este Mundial, la sensación que impera es que Deschamps y el seleccionado francés han tenido que remar contra corriente en todo momento.

El Mundial arrancó con una sucesión de lesiones en Francia, con Karim Benzema, Christopher Nkunku y Presnel Kimpembe sumándose a una lista de bajas que ya incluía a Paul Pogba y N’Golo Kanté.

Y lo completan con el plantel menguado por un virus que provocó que el zaguero Dayot Upamecano y el volante Adrien Rabiot se perdieran la victoria ante Marruecos en las semifinales. Otros tres jugadores -los centrales Raphael Varane e Ibrahima Konaté y el extremo Kingsley Coman- no pudieron entrenarse el viernes, dos días antes de la final. Todos participaron del entrenamiento el sábado, el último previo a la final.

Deschamps acepta las circunstancias de buena gana.

“Tratamos de arreglárnoslas lo mejor que podemos”, afirmó. “Tratamos de lidiar con la situación sin complicarnos”.

Ese mantra puede describir la marcha de Francia a la final.

Tanto en los cuartos contra Inglaterra como en las semifinales ante Marruecos, Les Bleus pisaron fuerte en los primeros compases para adelantarse en el marcador. Después, se conformaron en replegarse y jugar al contragolpe - una táctica que surtió efecto hace cuatro años cuando conquistaron su segundo título.

¿Podrán repetirlo ante una Argentina que tiene a Messi en un momento excepcional?

“Hay cosas que siempre pasan en un partido para lo cual no estás preparado”, dijo el capitán francés Hugo Lloris, quien busca convertirse en el primer capitán de una selección masculina que conquista dos títulos mundiales. “Ahí es cuando hay que demostrar la armonía del colectivo y que hay que dejarlo todos para salir adelante en los momentos difíciles”.

“Somos una buena selección porque sabemos adaptarnos a distintos escenarios”, añadió.

Lo que Francia tiene presente es que Messi es el eje de una de Argentina decidida a darle a su astro el único gran título que se le ha resistido en su carrera.

Lloris, sin embargo, advirtió que es peligroso que el equipo se enfoque nada más en Messi.

“Creo que este evento es demasiado importante para enfocarlo en un solo jugador”, señaló el arquero. “Es una final entre dos grandes naciones del fútbol. Obviamente que cuando enfrentas a un jugador como él (por Messi) necesitas hacer un foco especial, pero no sólo es él”.

“Argentina es un equipo fuerte y hay muchos otros jugadores, una generación joven que está llegando, y puedes sentir que todos están dedicados a Leo Messi”, añadió.

Deschamps no reveló si un jugador afectado por el virus se perderá la final al explicar que iba a recibir nueva información más tarde el sábado durante el entrenamiento. Upamecano y Rabiot se reincorporaron a las prácticas el viernes.

Alguien que definitivamente está descartado para el domingo es Benzema, quien sufrió un desgarro en el muslo izquierdo en el día previo al inicio del Mundial.

Benzema, ganador del último Balón de Oro, volvió a entrenar con el Real Madrid pese a que aún está registrado en la nómina francesa.

Deschamps no quiere hablar más sobre el atacante.

“(Benzema) se lesionó al comienzo del Mundial y el (lateral izquierdo) Lucas Hernández se lesionó en el primer partido”, dijo Deschamps. “Desde entonces, tengo 24 jugadores que gestionar”.

“Plantear la pregunta sobre estos jugadores es algo torpe”, añadió.

Benzema publicó una foto suya en Instagram la noche del viernes y una escueta frase: “No me interesa”. No se pudo establecer de inmediato el contexto del mensaje.