Milán. Cristiano Ronaldo anotó el gol con el que la Juventus se encaminó a la conquista de su novena Supercopa de Italia, imponiéndose el miércoles 2-0 ante Napoli.

La anotación fue la número 760 en la carrera del astro portugués, convirtiéndose en el mejor goleador en la historia del fútbol. El atleta de 35 años superó a Josef Bican, quien suma 759.

Le siguen la leyenda brasileña Pelé con 757, Romerio con 743 y el argentino estela del Barcelona Lionel Messi con 719.

En la Supercopa italiana, el club del sur dejó escapar la oportunidad de forzar una prórroga cuando su capitán Lorenzo Insigne desperdició un penal en el tramo final. La Juve lo liquidó en la última jugada del partido, un contragolpe culminado por el artillero español Álvaro Morata. De vuelta tras padecer COVID-19, el volante colombiano Juan Guillermo Cuadrado asistió a Morata para la última estocada.

La Juve se afirmó como el equipo con más laureles en la Supercopa, dos más que su perseguidor inmediato, el Milan.

El duelo que enfrenta a los campeones de la Serie A y la Copa Italia solía ser una mera exhibición, como el prólogo de la temporada en agosto. Pero empezó a disputar en diciembre o enero en los últimos años.

Ganar era imperativo para la Vecchia Signora, con su técnico Andrea Pirlo muy cuestionado tras la derrota 2-0 ante el Inter de Milán el domingo. El revés hizo rezagarse más al equipo que se ha proclamado campeón de la Serie A en las ultimas nueve temporadas.

En un partido ríspido y de escasas ocasiones, la Juve rompió el candado a los 64 minutos.

De una serie de rebotes a un tiro de esquina, el balón quedó en bandeja para Cristiano y el astro portugués no perdonó en el corazón del área.

Napoli pudo empatar a 10 del final pero Insigne disparó desviado del poste izquierda, luego que un tropezón del volante estadounidense Weston McKennie derribó al atacante belga Dries Mertens.

El arquero juventino Wojciech Szczęsny se lució para repelar un remate peligroso de Piotr Zieliński en la agonía. Acto seguido, Morata sentenció el contragolpe para que Pirlo pudiera celebrar su primer título como técnico.