Para algunos, sería impensable ver a Lionel Messi en otro uniforme que no sea el del Barcelona. Sin embargo, el club vive tiempos turbulentos con el despido de su director deportivo  Andoni Zubizarreta, la renuncia de Carles Puyol a la directiva, y la convocatoria para nuevas elecciones presidenciales.

Como si fuera poco, ya es de conocimiento público que la relación entre Messi y el director técnico Luis Enrique no es la mejor. La prensa internacional comienza a señalar que Messi ya empieza a evaluar la idea de dejar el Barcelona, club al que llegó hace casi 15 años como un niño. 

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A la hora de la verdad, todo son rumores. Pero tampoco se puede descartar que hay señales que, en la actualidad, la salida de Messi finalmente se podría concretar. A continuación, presentamos cinco razones por las que Messi podría finalmente dejar el uniforme azulgrana: 

1. El Barcelona ha bajado su nivel competitivo. El club catalán ya no es aquel conjunto que dominó el mundo futbolístico con Pep Guardiola al mando. Los pilares Xavi Hernández y Andrés Iniesta ya no están en su pico, y el recién concluido 2014 se fue sin títulos mayores  para el Barcelona, una total rareza para Messi. 

2. Cambio de aires. Messi llegó al Barcelona en el 2000, por lo que ya suma 15 años en la organización. Desde los equipos juveniles hasta la plantilla adulta, el rosarino se ha vivido la experiencia completa del Barsa, donde lo ha ganado todo. Un salto a otra liga importante de Europa, como la inglesa, podría presentar un reto refrescante, considerando que algunos críticos entienden que Messi no sería el mismo fuera del sistema de juego del Barsa.

3. Mala relación con Luis Enrique. El rompimiento de la confianza de Messi en el nuevo director técnico Luis Enrique ha sido reportado por varios medios internacionales. Todo se agudizó cuando Luis Enrique lo dejó en el banco el pasado fin de semana contra la Real Sociedad, y luego Messi se ausentó a un entrenamiento abierto al público, aludiendo dolores estomacales. El club ha reconocido la importancia de que Messi confíe en sus técnicos, y la contratación del rosarino Tata Martino en el 2013 demuestra el peso del futbolista en la toma de decisiones del club. 

4. La veda de fichajes del Barcelona y la crisis interna. El conjunto culé no podrá fichar futbolistas hasta enero 2016 producto de una sanción impuesta por FIFA debido a irregularidades en el reclutamiento de menores de edad.  Sin dudas, esto afecta las posibilidades del Barsa, que dependerá de su talento interno hasta ese entonces. Y si los resultados no acompañan al conjunto, Messi tal vez no tendrá la paciencia para esperar un año sin la posibilidad de que el Barcelona se refuerce de cara a todas las competiciones. 

5. El Chelsea es atractivo. Las alarmas sonaron entre los aficionados del Barcelona el pasado lunes cuando Messi comenzó a seguir la cuenta del Chelsea en Instagram.  Tal vez eso no tenga importancia, pero la prensa inglesa reportó el jueves que el Chelsea está preparando una megaoferta de seis años para el astro argentino, y que el club estaría dispuesto a pagar la cláusula de salida de 250 millones de euros. Incluso, según un reporte de ESPN Deportes, a Messi le tentaría la idea de reencontrarse en el Chelsea con su ex compañero del Barsa y gran amigo, el mediocampista español Cesc Fábregas.