Un verdadero carnaval, con cornetas, fuegos artificiales, bocinazos y, por supuesto samba y cerveza, estalló en cada ciudad del Brasil celebrando el avance de la selección a los cuartos de final del mundial con un triunfo 3-0 sobre Chile.

Decenas de miles de personas repletaron lugares como la Playa de Copacabana en Rio de Janeiro o el amplio Valle del Anhangabú en el centro de Sao Paulo para seguir en pantallas gigantes el partido en Sudàfrica. El carnaval se había insinuado antes de que el partido comenzara, reflejando la confianza de los hinchas en la selección de Dunga, que enfrentará a Holanda en el grupo de los ocho mejores.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva no escapó a la ola de optimismo, y en una lotería de apuestas en que compitió con algunos de sus cercanos colaboradores, pronosticó 4-1 para Brasil. El único que acertó el marcador fue su jefe de Gabinete, Gilberto Carvalho, que ganó como premio una botella de cachaca, el licor brasileño de caña, producido en la hacienda del vicepresidente José Alencar, organizador de las apuestas.

La edición en internet del diario O Globo publicó el facsímil de la hoja en que se anotaron los pronósticos.

Unas 20,000 personas, la mayoría luciendo los colores verde y amarillo de Brasil, se congregaron bajo un sol ardiente en el FIFA Fan Fest en Copacabana, celebrando aún antes de que Juan anotara el primer gol.

Cada gol desató una artillería de fuegos artificiales, y el humo cubrió el sector de la playa. Los hinchas parecían sentirse resarcidos del opaco empate sin goles con Portugal en el partido anterior.

Los hinchas parecían más optimistas: “No hay nada que hacer, la copa es nuestra”, dijo Tomas Freuld en la playa.

“Prepárate, Holanda, porque venimos con todo lo que tenemos”, agregó Fernanda Alves.
 

El turista chileno Enrique Castro mostró resignación: “Brasil es una fuerza a tener en cuenta. Los respetamos”.

El panorama era muy similar, aún sin playa, en Sao Paulo y otras ciudades. El tránsito era insoportable.

“Fue el mejor partido de Brasil hasta ahora”, dijo Jailson Alves, que tiene un puerto de diarios en la Avnida Paulista de Sao Paulo. “Brasil mostró buena táctica ofensiva y defensiva. Chile fue un rival relativamente fácil y creo que Holanda será mucho más difícil”.

El taxista Raimundo coincide que Holanda será mas difícil, pero “igual podemos ganar si jugamos como hoy”.
 

Ni la usualmente apacible Brasilia escapó al jolgorio. Atronando con una escandalosa vuvuzela, Jair Pires celebró cada gol en el cubículo de un edificio donde trabaja de guardia. “Veo a Brasil mejor que Argentina”, dijo, confiado.