Santiago, Chile. Hugo Orlando Gatti, ídolo de Boca Juniors y uno de los arqueros más importantes en la historia del fútbol argentino, apodado “El Loco” por su costumbre de salir jugando con la pelota fuera de su área, falleció el domingo, informaron la Asociación del Fútbol Argentino y la Confederación Sudamericana de Fútbol. Tenía 80 años.

Gatti murió en el Hospital Pirovano de Buenos Aires tras permanecer más de 60 días internado en terapia intensiva debido a complicaciones posteriores a una operación de cadera.

“El Loco” nació el 19 de agosto de 1944 en la provincia de Buenos Aires y debutó en 1962 en la Primera División con Atlanta. Luego atajó en River Plate y Gimnasia y Esgrima La Plata, y fue parte del plantel de la selección argentina que disputó el Mundial de 1966. Sin embargo, es más recordado por su ciclo triunfal en Boca, que se extendió desde 1976 hasta su retiro en 1989.

Con los Xeneizes, Gatti ganó la Copa Libertadores en 1977 y 1978, además de la Copa Intercontinental de 1977 y tres torneos locales.

Más allá de los títulos, marcó época siendo un arquero que no dudaba en tomar riesgos como salir del área para cortar avances rivales y quedarse con el balón dominado a sus pies, descolgar centros con una sola mano y enfrentar a los delanteros en posición de mano a mano arrodillándose y extendiendo sus brazos en forma de cruz, en una atajada que bautizó como “La de Dios”.

Su estilo irreverente y arrogante inspiró a generaciones de arqueros como el colombiano René Higuita, quien adoptó el mismo sobrenombre, y a muchos otros que no llegaron a jugar en Primera División.

Tras retirarse manifestó que “con diferencia fui el más grande de Boca. ¡Por favor!”.

“ADIÓS COLEGA (si me lo permite)”, escribió el presidente Javier Milei, quien se destacó como arquero en las divisiones inferiores del club Chacarita Juniors, en su cuenta de X, antes Twitter.

Gatti también será recordado por sus declaraciones polémicas, que incluso lo llevaron a tener un enfrentamiento histórico con Diego Maradona en 1980.

Antes de un partido contra Argentinos Juniors, “El Loco” dijo en una entrevista que Diego debía “contener su tendencia a ser un gordito”, un comentario que enfureció al Pelusa, quien en venganza terminó marcándole cuatro goles a Gatti para que Argentinos venciera 5-3 a Boca. Al poco tiempo, Maradona fue traspasado a Boca y junto a Gatti se consagró campeón del campeonato local de 1981.

No obstante, y a diferencia de la mayoría de sus compatriotas, Gatti siempre sostuvo que Pelé había sido el mejor futbolista de la historia, relegando a Maradona.

En la cancha, Gatti logró dos marcas que aún persisten. Fue el jugador con más partidos disputados en el fútbol argentino (757) y comparte con Ubaldo “El Pato” Fillol la distinción de ser el arquero con más penales atajados en el campeonato local (26).

De hecho, Gatti mantuvo con Fillol —un atajador clásico, que se quedaba entre los tres palos e identificado con el clásico rival River Plate— una férrea competencia por ser el mejor arquero del país y adueñarse del arco de la selección de cara al Mundial de 1978. Al final, una lesión de Gatti permitió a Fillol ser el titular y salir campeón mundial con Argentina.

“Hasta siempre, querido Hugo. Hoy nos dejó un verdadero grande del arco argentino y sudamericano”, escribió Fillol en X.

A fines de la década de los 80, ya a sus 44 años, una última locura terminó costándole a Gatti el cierre de su ciclo en Boca y empujarlo al retiro. En un partido contra Deportivo Armenio en el estadio La Bombonera, el veterano arquero intentó salir jugando y perdió la pelota con el delantero rival, costándole el partido a los Xeneizes. A partir de entonces, el técnico José Omar Pastoriza le quitó la titularidad en favor de Carlos Navarro Montoya.

Pese a todo, Gatti nunca se arrepintió de tomar riesgos y siempre defendió su estilo.

“El primer arquero que jugó al futbol fui yo. Yo llegué del campo y dije ‘soy un jugador de fútbol que tiene la ventaja de usar las manos’”, afirmó cuando tenía 77 años.