Ya van casi cinco años sin que Puerto Rico consiga al próximo Miguel Cotto o Tito Trinidad
Salvo la presentación de Amanda Serrano ante Katie Taylor este año, ningún púgil boricua ha estelarizado una mega combate de boxeo en Nueva York o Las Vegas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Este próximo diciembre se cumplen cinco años desde el momento que el boxeo boricua tuvo a uno de sus púgiles varones como estelarista de una gran velada de boxeo vendida al mundo a través del sistema de pague por el acceso a ver la pelea.
De hecho, exceptuando la cartelera que estelarizó la boricua Amanda Serrano ante Katie Taylor este año en el Madison Square Garden en Nueva York, el boxeo de Puerto Rico no ha tenido a uno de los suyos en un cartel de alto interés mundial desde el día en el que Miguel Cotto subió al ring por última vez en diciembre de 2017 y decidió enganchar los guantes cuando cayó por una decisión unánime ante Sadam Ali, cediendo el cetro súper welter de la Organización Mundial de Boxeo.
Desde entonces, ha quedado un vació que ningún prospecto de Puerto Rico ha llenado. Nadie, de hecho, se ha acercado a los mismos rendimientos dentro y fuera del ring que presentaron Cotto y previamente Félix “Tito”Trinidad. Esa pareja representa los últimos boricuas que fueron estelaristas de carteles de vanguardia en los principales escenarios del boxeo en Las Vegas, Nevada, y Nueva York.
Cotto y Trinidad solían paralizar a Puerto Rico cada vez que subían a un ring. Eso hizo Trinidad cuando chocó con figuras como Oscar de la Hoya, Fernando Vargas y Bernard Hopkins, entre otros. Así lo replicó Cotto en menor grado después de medir fuerzas con Zab Judah, Shane Moley, Antonio Margarito y Sergio Martínez, entre otros.
Sin embargo, esas imágenes de miles puertorriqueños abarrotando el Madison Square Garden vitoreando a un hijo predilecto de la pequeña isla caribeña y las caravanas de celebración por las principales vías de la zona metropolitana parecen distantes en la memoria.
Se anticipaba que Félix Verdejo fuera quien tomara la batuta en la rama masculina tan pronto estampó su firma para unirse a la empresa promotora Top Rank a los días de concluir su participación en los Juegos Olímpicos Londres 2012. Por un breve periodo de tiempo, Verdejo hechizó las miradas, pero confrontó escollos por lesiones, accidentes y falta de disciplina que desembocaron en derrotas que lo llevaron a nunca cumplir con las expectativas.
Verdejo representó una de las pocas ilusiones para mantener la tradición intacta, pero actualmente está fuera del panorama boxístico para cumplir esa meta debido a que está preso acusado de un vil asesinato. En el panorama boricua tampoco hay algún peleador que esté dando señales de que pueda alcanzar esa cima.
Carl Moretti, vice presidente de Top Rank, sostuvo que la empresa se mantiene en el negocio buscando encontrar a esa figura puertorriqueña que tome la antorcha.
“Pensamos que teníamos algo (con Verdejo) y ha terminado en una situación terrible, pero seguimos buscando al próximo porque sabemos que hay algo ahí. No todos los boxeadores pueden emparejar las cosas que suceden fuera del ring con las de dentro. Esa es la clave”, dijo.
Y no se debe a una escasez de boxeadores con potencial. Existen varios que todavía requieren madurar adecuadamente antes de alcanzar los niveles que disfrutaron Trinidad y Cotto.
El peso súper mediano Edgar Berlanga arrancó su trayectoria en el boxeo rentado con 16 nocauts en el primer asalto y, enseguida, disfrutó de sustancial popularidad cuando se presentaba en televisión y en la Gran Manzana. No obstante, desde entonces se ha ido a la distancia en cuatro reyertas consecutivas, resultados que han levantado dudas sobre su potencial.
Berlanga posee el cinturón NABO de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), versión de las 168 libras, y ocupa el quinto lugar en las clasificaciones de la mencionada categoría donde el rey absoluto lo es Canelo Álvarez. Actualmente, Berlanga cumple con una suspensión de seis meses que le impuso la Comisión Atlética de Nueva York por morder a Alexis Angulo durante el pleito del pasado junio.
Otro talento que Top Rank está preparando con suma cautela es Xander Zayas, de 19 años. El púgil tiene las habilidades y el carisma para encaminarse hasta el el mismo destino que alcanzó Cotto. El pasado agosto, Zayas conquistó la faja NABO de la OMB en las 154 libras para entrar en los primeros 10 lugares de los rankings.
Mientras tanto, Omar Rosario, también bajo la bandera de Top Rank, lleva un buen paso. Ha ganado las ocho peleas desde que debutó en el 2020 y el próximo 19 de noviembre enfrentará al invicto Marko Cvetanovic durante el evento que tendrá como escenario la cancha Rubén Zayas Montañez en Trujillo Alto. Será la primera prueba de Rosario a ocho asaltos.
“Aunque son buenos muchachos que pueden pelear, todavía su éxito se tiene que traducir al público. Una vez se obtiene eso, uno sabe que puede apretar el acelerador y tratar de ponerlo dentro de un mismo paquete”, dijo Moretti.
Asimismo, Oscar “El Pupilo” Collazo continúa dando pasos agigantados en poco tiempo bajo Miguel Cotto Promotions. Su quinto compromiso en el boxeo rentado fue contra el excampeón mundial Vic Saludar a 12 episodios.
Collazo está tercero en la OMB dentro de las 105 libras. Claro, la categoría en la que Collazo pelea rara vez tiene el alcance donde estuvo Cotto, pero la madera para dejar una huella no se puede ocultar.
Un mercado abandonado
Durante décadas, Puerto Rico fue una de las principales plazas para carteleras con figuras de renombre. Wilfredo Gómez, Wilfred Benítez, Héctor “Macho” Camacho, Edwin “Chapo” Rosario, Trinidad y Cotto, entre otros, hicieron peleas de título mundial en la isla.
Eso representaba significativas inyecciones a la economía de Puerto Rico. Sin embargo, poco a poco la presencia de grandes eventos fue en picada.
La última vez que ocurrió una pelea de título mundial en la isla fue agosto de 2019 en el Centro de Convenciones. Esa noche, Wilfredo “Bimbito” Méndez se coronó campeón de las 105 libras de la Organización Mundial de Boxeo cuando venció a Vic Saludar por decisión.
Previo a eso, el 11 de abril de 2015, Román “Rocky” Martínez superó a Salido por decisión unánime para conquistar la faja júnior ligera de la OMB en el Coliseo José Miguel Agrelot.
Incluso, el Coliseo Roberto Clemente en San Juan fue el escenario donde todo púgil boricua se quería presentar para disputar una faja mundial. Sin embargo, la última vez que el recinto sirvió de anfitrión para una pelea titular fue en marzo de 2012 cuando Juan Manuel López retó a Orlando Salido en la secuela de su rivalidad.
Zayas está claro que una de sus objetivos es ser el próximo boxeador boricua que estelarice una cartelera en el Clemente.
“Me encantaría. Lo primero que le dije a Moretti cuando entramos a la compañía fue ‘algún día voy a venderlo, llenarlo hasta el tope’. Esa es la meta. Quiero hacer una pelea grande en Puerto Rico. Me encantaría ganar y defender un título mundial en el Clemente. Si se me da la oportunidad de unificar o ganar el título indiscutible en la isla”, compartió el joven.
Los efectos dominó en términos económicos
Otras de las consecuencias del vacío de grandes estelaristas boricuas en carteleras de boxeo es que el mercado puertorriqueño no genera riquezas para los comercios, establecimientos y los hoteles por concepto de ventas del servicio pague por ver comercial y residencial, además de los de circuitos cerrados. Incluso tampoco se generan ventas de alimentos en colmados y establecimientos como los que se buscan en cada hogar para armar la fiesta alrededor de la velada de boxeo.
Para el evento de Trinidad contra Oscar de la Hoya en septiembre de 1999, 80,000 de hogares en Puerto Rico compraron el servicio ‘pay per view’. En Estados Unidos, la cifra alcanzó 1.4 millones, lo que representó unos ingresos de $71.4 millones.
“Fue por muchos años el evento que más vendió en una época donde el sistema de televisión por cable no estaba en todas las casas en Puerto Rico. Hasta ese momento, la señal abierta se vendía por una cantidad fija a los países que no tenían pay per view”, explicó Peter Rivera.
No fue hasta el 2009, para el combate entre Cotto y Pacquiao que la cantidad sumo los 100,000 en ventas en hogares en la isla. Para el duelo entre Cotto y Floyd Mayweather Jr. en mayo de 2012 no se informaron las cifras.
Top Rank no descarta la posibilidad de retomar la fórmula en un futuro.
“Absolutamente. Para eso hay que trabajar unos asuntos de producción con ESPN y traer a la isla un camión con la tecnología de alta definición, además de una fecha con el coliseo”, dijo Moretti.
La realidad es que el boxeo puertorriqueño se encuentra en una encrucijada. Desde la distancia se aprecian unas siluetas de los que podrían surgir como la próxima cara, pero el tiempo dirá.