El velorio y entierro de un boxeador profesional que fue asesinado el domingo pasado en Santurce generó gran atención este viernes tras ser velado en el centro comunal del residencial Manuel A. Pérez de pie y como si estuviese listo para enfrentar a un rival en un combate.

Christopher Rivera Amaro, cuya edad no fue divulgada, fue ultimado a tiros en horas de la madrugada del domingo en la calle Sagrado Corazón, intersección con la calle Del Valle, en Santurce, según el informe policiaco.

El joven boxeador, que tuvo marca como profesional de cinco victorias, 15 derrotas y un empate, fue expuesto desde la noche del jueves dentro de un cuadrilátero en el centro comunal del residencial, a donde acudieron cientos de personas que incluían, familiares, conocidos y curiosos que querían ver su cuerpo. Sobre la lona del ring se colocó una tela roja y blanca en representación a la bandera puertorriqueña. El cuerpo estaba vestido con un uniforme negro de boxeo que leía “gracias Dios” y que fue utilizado por Rivera Amaro durante sus combates a nivel aficionado.

El cuerpo fue preparado de esta forma por la Funeraria Marín, que ya en el pasado los ha trabajado. En el 2008, por ejemplo, prepararon el "muerto parao", Ángel Luis “Pedrito” Pantojas. Luego, manejaron los actos fúnebres del "muerto en motora", David Morales. Ambos entierros fueron objeto de una investigación legislativa.

En el pasado, también se han realizado velorios de un cuerpo en una ambulancia y el de una persona sentada, simulando fumar un cigarro.

Lidianette Carmona, esposa del Rivera Amaro, describió a su compañero como una persona querida por la gente de la comunidad de Manuel A. Pérez.

“Lo conocí primero como amigo. Era una gran persona, charlatán y súper humilde. Crió a mi hijo desde los tres años y medio. Siempre estaba aquí (en Manuela Pérez), así que es querido por muchos” indicó.

Sobre la forma en que el púgil fue velado expresó que no fue un deseo de Rivera Amaro antes de morir, sino una iniciativa de ella.

“Esto es un tributo de mi parte hacia él. Fue mi idea. Salió de mí, porque yo sé que así lo va a recordar la gente aquí, como el boxeador que era”, expresó Carmona.

Rivera Amaro comenzó a incursionar en deportes de contacto desde temprana edad y a los ocho años se interesó específicamente por el boxeo. Durante su adolescencia, entrenó en el gimnasio de las Parcelas Falú, donde conoció y formó una amistad con el boxeador profesional, Alex de Jesús, conocido como “el Pollo”.

De Jesús fue uno de los que dijo presente este viernes en el funeral de su amigo y colocó una vela blanca, un pequeño cuadrilátero hecho de madera y una medalla de boxeo, a los pies de Rivera Amaro para rendirle tributo.

“Estoy apenado, pero ya las lágrimas que he botado fueron en mi privacidad. Lo que puedo decir es que de verdad él era un hermanito. Yo nunca le di un mal ejemplo. Lo que tengo bien presente es que él me dijo que cualquier cosa que me pasara a mí, él se iba a encargar de reventar a cualquiera”, indicó De Jesús, quien recientemente salió de prisión tras cumplir una condena por violencia doméstica.

El "Pollo” De Jesús dijo desconocer las circunstancias en las que murió su amigo.

“Nadie es quién para quitarle la vida a un ser humano. Hay unas normas. Están las leyes de Dios y las leyes de los hombres. El que está en el bajo mundo, pagará las consecuencias”, expresó.

En horas de la tarde, el cuerpo de Rivera Amaro fue transportado en un coche fúnebre blanco por el personal de la Funeraria Marín al cementerio de municipal de San Juan. Allí, familiares exaltaron las cualidades del púgil y agradecieron el apoyo recibido por amigos durante la pasada semana. Para rendirle tributo al púgil, vistieron camisas negras con fotos representativas de diversos momentos de su vida.

Cindy Carmona, hermana de la esposa del boxeador, hizo un llamado a reforzar la unidad familiar en el país y reafirmó el carácter noble de su cuñado.

“Este tropiezo fue bien fuerte porque fue con alguien que no lo merecía. Yo sé que muchas familias pasan por esto también. Nosotros estamos conformes con el Señor y sabemos que Él está con el Señor, pero comoquiera lloramos porque duele. Duele despedirnos de alguien que quisimos, de alguien que era amor y de alguien que era paz”, expresó ahogada en llanto.

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