Tito vs. Hopkins: La noche que Puerto Rico lloró
Varios boxeadores recuerdan hoy el día en que el estadounidense le quitó al orgullo de Cupey Alto su invicto hace 15 años.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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Hace 15 años, Bernard Hopkins estremeció el boxeo rentado cuando dominó al entonces invicto Félix “Tito” Trinidad durante un combate que se llevó a cabo, de manera retrasada, dos semanas después del vicioso ataque terrorista a las Torres Gemelas en Nueva York.
Para entonces, Trinidad lucía invencible, exhibiendo un récord de 40 victorias -33 de ellas por nocaut- sin derrotas.
El pleito era la culminación de un torneo para determinar el campeón indiscutible de la división mediana (160 libras) y Trinidad era el favorito en las apuestas 3-1. Pero Hopkins nunca ha sido quien para seguir libretos.
El estadounidense fue el responsable de la caída de un ídolo para una nación que sufrió la decepción de una impensable derrota. Trinidad era la inspiración de aquellos jóvenes que tenían entonces sueños de, algún día, estar en los grandes escenarios como él.
“Para Puerto Rico y, para mí, lo más grande era Tito. Estaba empezando y verlo derrotado fue duro”, compartió José Pedraza, campeón júnior ligero de la Federación Internacional de Boxeo (FIB).
“Tenía 13 años y sentí una decepción. Veía a Tito como un símbolo a seguir y fue doloroso. Perdió quien tanto admiro y Tito es una de las razones para haber seguido entrenando, por decirlo así”, agregó.
Pedraza no fue el único que se sintió angustiado de ver a Trinidad sentado sobre la lona en las postrimerías de la reyerta que tuvo como escenario el Madison Square Garden.
“Me entristeció mucho ver que Tito no podía hacer lo que quería con Hopkins. Como todo boricua me dio mucha pena. Admiraba a Tito mucho y hasta el sol de hoy lo admiro y siempre será mi ídolo. Me dolió mucho esa derrota”, compartió, por su parte, Félix Verdejo.
De hecho, el joven aspirante a una faja mundial en el futuro utiliza la historia de Trinidad para trazar sus metas.
“Me preparo al máximo para siempre representar bien a mi gente y el día que me toque perder, venderé cara la derrota. Que sea en la raya como gallo fino. Ese es mi deber y mi compromiso con mi pueblo”, sostuvo.
En tanto, el excampeón súper mosca McJoe Arroyo, recordó que Hopkins desarrolló la estrategia idónea para neutralizar la pegada de Trinidad.
“Aunque tenía 15 años para entonces, sabía que era una pelea difícil (para Trinidad) porque Hopkins tiene mucha maña y hacía que los rivales cayeran en su trampa. Nunca dejó que Tito le metiera las manos duras, lo amarraba para sacarlo fuera de ritmo. Tito nunca estuvo cómodo durante la pelea”, detalló Arroyo.
“Recuerdo ver a un Hopkins con una estrategia buena para superar a Trinidad. La estrategia de Hopkins fue buena y, físicamente, fue el hombre más sólido en el ring. Pensé que la pelea iba ser más apretada, me sorprendió que ganara de esa manera, porque pensé que Tito podía llegar con sus manos, pero no pudo”, abundó.
Entrando al pleito, Trinidad no estuvo en igual de condición que Hopkins. El boricua permaneció en Nueva York cuando la pelea fue suspendida de su fecha original por los ataques terroristas que se realizaron contra la Torres Gemelas y otros puntos estratégicos de Estados Unidos el 11 de septiembre de aquel año. Hopkins, por su parte, regresó a Filadelfia vía tren para seguir entrenando para el combate.
Aun así, Juan Manuel López y Abner Cotto fueron dos de tantos que nunca anticiparon que Trinidad perdería.
“El resultado me chocó. Estaba en barrio Las Carolinas en Caguas viendo la pelea y unas personas que estaban decían que tenía break, pero Hopkins lo estaba dominando abrumadoramente. Ahora de adulto la he visto nuevamente tres o cuatro veces y Tito tuvo en el séptimo un poco de dominio, pero Hopkins fue superior por la manera como se preparó, además de que los problemas personales que tenía Tito en aquel momento le efecto, de eso no tengo dudas”, resaltó López en referencia al escándalo que Trinidad tendría una hija fuera del matrimonio.
“Nunca pensamos en una derrota y menos para Tito. Estábamos viendo la pelea, fue todo silencio. Hopkins se vio dominando desde el principio hasta el final. Nuestro gallito pierde y fue todo llanto, de luto”, compartió Cotto.
“Me duró mucho. Fue una derrota dolorosa. Diría que me marcó porque nunca se me olvidará”, concluyó.