Sucedió hace 20 años, un día como hoy: La noche en que Bernard Hopkins acabó con el invicto de Tito Trinidad
El 29 de septiembre de 2001, el púgil estadounidense estremeció al mundo del boxeo cuando noqueó al puertorriqueño dos semanas después de la caída de las Torres Gemelas en Nueva York.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Félix Trinidad Rodríguez está acostumbrado a recibir un mensaje de su hijo, el múltiple campeón mundial de boxeo Félix “Tito” Trinidad, cada vez que se aproxima una fecha significativa. Hoy, no será la excepción, pues se conmemoran los 20 años de la célebre pelea contra Bernard Hopkins.
El 29 de septiembre de 2001, poco más de dos semanas después de que ocurriera el ataque terrorista que culminó con el derrumbe de las Torres Gemelas en Nueva York, Hopkins dejó miles de puertorriqueños boquiabiertos cuando infligió la primera derrota en la carrera de Trinidad en una velada boxística que tuvo como escenario el Madison Square Garden.
Hopkins derrotó a Trinidad por nocaut técnico en el duodécimo asalto para agenciarse los cetros medianos (160 libras) de Federación Internacional de Boxeo (FIB), del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y, a su vez, de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Para Hopkins, representó hasta ese momento el triunfo más significativo de trayectoria. De hecho, impidió que Trinidad se desquitara de las imprudencias qie hizo el peleador filaldelfiano cuando se promocionó el pleito, en donde lanzó al suelo la bandera de Puerto Rico en dos ocasiones.
Una de las ellas, incluso, desató un motín dentro del Coliseo Roberto Clemente en San Juan.
Trinidad padre repasó los sucesos de hace 20 años en Nueva York.
“Cuando vi que en verdad tenía que terminar fue cuando entré al ring y detuve la pelea porque Tito había cogido un golpe de Hopkins y lo empujó. Tito se levantó, pero fue la primera vez que Tito deja ver que estaba lastimado. No era la primera vez que tumbaban a Tito en una pelea, pero en las demás se había levantado como si nada. Incluso, en muchas ocasiones cuando se levantaba tomaba la voz cantante y terminaba la pelea. Esa vez fue distinto. Ameritaba detenerla porque la salud de Tito era primero. Es mi responsabilidad en la esquina. No es tratar de llegar a la distancia por llegar. Primero está la salud. Tito es mi hijo y mi boxeador. Había que velar por su salud”, recordó Trinidad Rodríguez cuando se le preguntó si consideró tirar la toalla antes durante el combate.
El exentrenador relató que para ese combate, el séquito de Trinidad tuvo que lidiar con varias situaciones internas y externas que afectaron el desempeño del boxeador. A su juicio, fueron factores que tuvieron su influencia y efecto en el desempeño de Tito en el combate y como consecuencia, en el resultado.
“El rival que Tito tuvo de frente era el campeón unificado. El verdadero peso mediano era Hopkins. Nosotros subimos para ganar y nos preparamos para eso, pero uno sabe que en el transcurso ocurrieron un sinnúmero de cosas. Salimos de Puerto Rico con la situación de que Tito iba a tener una hija fuera del matrominio y luego sucedió lo de las Torres Gemelas. Llevábamos todo eso encima. Pensé que nos podíamos recuperar a todo, pero para sorpresa nuestra, desde el primer asalto el Tito que se desempeñaba no era el que estábamos acostumbrados a ver”, relató.
Trinidad Rodriguez aclaró que Hopkins se presentó con un plan para contrarrestar las fortalezas de su hijo y lo ejecutó a la perfección.
“Sin temor a equivocarme. Hopkins era un tipo marrullero que enredaba a sus rivales. Vimos que fue con una técnica depurada, un Hopkins distinto, una muralla que no era fácil de pasar. Tito tampoco tuvo ese segundo aire con esa potencia, pero no es excusa. Tito no era el mismo de siempre. Algo que hice muchas veces era darle unas palmadas en la cara, pero esa noche no lo hice porque no lo ameritaba. Sabía que no era el mismo. Tampoco era cuestión de hacer ajustes porque no había manera. Fuimos con un plan de pelea que desde el primer asalto nos percatamos que no tuvimos el mismo peleador. Abonando a que tuvimos a un rival más grande y fuerte, fue con la técnica de mantener a Tito a media distancia y logró hacerlo”, afirmó.
“Cometí un error. Tuve la confianza en Tito de que, a pesar de todo lo que estaba pasado, podía subir ring y dar una gran demostración, pero no sucedió”, agregó.
Frustrados los intentos de una revancha
Trinidad Rodríguez aseguró que le presentaron a Hopkins varias ofertas con la intención de lograr una revancha. Hopkins nunca las aceptó.
“Casi acabando la pelea, Hopkins me ofreció la revancha, pero después se negó. Nunca le quiso dar la revancha porque sabía que los muñequitos iban cambiar. En una segunda pelea, íbamos a ver el mismo Tito que nos tenía acostumbrado. La revancha no se hizo no porque no quisimos. Se la solicitamos a Hopkins y nunca la quiso firmar”, concluyó.
Ocho meses después de ese combate, Trinidad volvió al ring para enfrentar a Hacine Cherifi en el Coliseo Roberto Clemente. Luego, estuvo en un semiretiro de dos años antes de pelear contra Ricardo Mayorga en octubre de 2004.
Cerró su carrera con derrotas a manos de Winky Wright (2005) y Roy Jones Jr (2008).