Subriel Matías se dañó su futuro, según su promotor
Juan Orengo dice que las posibilidades de que el púgil pueda pelear por un cetro mundial sufrieron un duro golpe al caer ante el armenio Petros Ananyan.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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El promotor Juan Orengo fue severo con su protegido Subriel Matías (15-1, 15 KO) por el desempeño ante el armenio Petros Ananyan en la cartelera del pasado 22 de febrero en Las Vegas, Nevada.
Matías sufrió ese día un revés por decisión unánime vía anotaciones de los jueces de 96-93, 95-94 y 95-94.
La derrota detiene, por el momento, cualquier oportunidad para disputar un cetro mundial en las 140 libras. Matías ocupada el segundo encasillado en las clasificaciones de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), pero se especula que sufrirá una severa caída por el resultado ante un oponente que tenía récord de 14-2-2 con siete nocauts antes del encuentro.
“Subriel es un mega irresponsable. Aprendí que a ningún boxeador se le puede dar la oportunidad. No entrenó bien cuando desde diciembre sabía que iba a pelear. Se lo había dicho y ahí lo pagó con golpes y su futuro”, dijo Orengo, quien dijo que Matías le reconoció que no se preparó bien para la pelea.
Orengo relató que los planes eran que Matías esperara por el resultado del combate entre el monarca Josh Taylor y Apinan Sakkreerin para entonces subir como retador a la faja de la FIB. Sin embargo, ese objetivo se hizo sal y agua.
“Mucha gente lo fue a ver (al MGM Grand Arena) y uno se abochorna. Fue una falta de respeto al pueblo de Puerto Rico y de ahora en adelante no habrá nada suave para él. Primero que nada, me estuvo insistiendo que quería pelear a pesar de que le dije que lo cogiera con calma porque la de título mundial iba a llegar. Le conseguí plata, la pelea y no entrenó”, reclamó Orengo.
El promotor confía en que el púgil de Fajardo pueda reencontrar el camino para regresar al panorama en la división. No obstante, Orengo aseguró que no será sencillo.
“Daño su futuro. Perdió y el que pierde queda en el aire. Las miradas estaban sobre él. Me duele porque es bueno y se puede hacer campeón, pero si me habla claro no lo pongo a pelear. Me lo tiene que decir antes para que no pase esto. Bajó las revoluciones en la pelea y es un charlatán. Ahora será más difícil la próxima pelea. Me molesto con él porque estaba destinado a ser una estrella y mira lo que hace. No confío más en él. Nunca más confiaré en él”, concluyó Orengo.