Durante los pasados cinco compromisos, Subriel Matías subió al ring con una aguda molestia en la mano izquierda que se agravó en la pelea contra Shohjahon Ergashev el pasado noviembre.

La inflamación era una clara señal de que era momento de atender la situación. Enseguida, acudió al espacio Athlete Basics and Specifics localizado en Guaynabo, donde el fisiólogo de ejercicios José Cruz trazó unas simples rutinas para resolver el problema.

Cruz atiende a Matías varios días a la semana para masajes y ejercicios diseñados para fortalecer el área afectado además de otras rutinas que serán beneficiosas para un atleta que depende sus manos cuando está dentro del ring.

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Subriel Matías realiza un ejercicio para fortalecer la mano izquierda.
Subriel Matías realiza un ejercicio para fortalecer la mano izquierda. (Josian Bruno Gómez)

La lesión es bastante común por ser una disciplina de impacto. Lo comparo con un lanzador. Por ejemplo, trabajo con ellos por problemas del ‘rotator cuff’ (manguito rotador), del codo y una operación de Tommy John. Los movimientos repetitivos causan impacto en las articulaciones específicas dependiendo la disciplina. En el boxeo ocurren lesiones frecuentes y muchos peleadores pueden tener problemas en una muñeca, en los metacarpos o un hombro”, explicó Cruz.

Antes de comenzar las sesiones con Cruz, Matías lucía una inflamación entre dos nudillos de la mano izquierda. Sin embargo, la misma ya desapareció y ahora se concentran en fortalecer la mano con bolas medicinales, bandas elásticas y hasta un martillo pesado.

“En el caso de Subriel trabajamos el área del tercer metacarpo porque tenía una inflamación bastante crónica porque estuvo combatiendo con molestia. A eso se le suman los trabajos de entrenamientos, de golpear el saco y los guanteos. Son trabajos repetitivos donde el impacto fue creando inflamación, adherencia y era el momento de prestarle atención de manera específica en la mano, pero con el cuerpo como complemento”, detalló Cruz.

José Cruz incluyó un martillo pesado como parte del programa.
José Cruz incluyó un martillo pesado como parte del programa. (Josian Bruno Gómez)

En esta ocasión, Matías no requirió una intervención quirúrgica debido a que el asunto fue atendido.

De ese impacto repetitivo pasa a algo acumulativo y, entonces, se convierte en algo crónico. Cuando se va a trabajar con el problema, muchas veces hay que recurrir a algo quirúrgico, que es invasivo”, advirtió Cruz.

Matías reconoce que debió prestar atención al dilema mucho antes dado que las manos representan las principales herramientas de trabajo.

Soy del campo, de barrio y no creía en nada de esto, pero ahora que veo los resultados, hacía falta”, confesó el campeón de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), versión de las 140 libras.

En la pasada preparación pasé un infierno. Dejé de hacer muchas cosas que me ayudaban en los golpes explosivos y, por suerte, sacamos la pelea (contra Ergashev). Me ha pasado que haber dado un mal golpe en un codo o el cráneo (del oponente) y es como darle a una pared”, dijo Matías.

El púgil de Fajardo tiene en agenda salir próximamente rumbo a México para establecer su centro de entrenamiento mientras espera por noticias sobre cuándo y contra quién será su próximo combate.