Stephanie Piñeiro venció las emociones antes de subir al ring
La boxeadora no pudo disputar el cinturón FECARBOX del Consejo Mundial de Boxeo por un cambio de rival.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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La boxeadora Stephanie “La Medicina” Piñeiro tendrá que esperar por la oportunidad de disputar el cinturón FECARBOX del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Piñeiro tuvo en agenda enfrentar a Dahianna Santana durante la cartelera del 2 de diciembre en el Coliseo Rubén Rodríguez en Bayamón por la mencionada faja de las 147 libras.
Sin embargo, a Santana le denegaron su estadía en la isla debido a problemas con la visa y Piñeiro, en su lugar, combatió con Simone Da Silva a seis asaltos. La boricua obtuvo una decisión unánime 60-54 para mejorar a 6-0 con dos nocauts.
“Santana vino con una visa de turista en lugar de una de trabajo. Universal Promotions hizo las gestiones para conseguir una rival (Da Silva) de último momento, la Comisión de Boxeo la aprobó, así que por lo menos me mantuve en la cartelera. Peor hubiese sido no pelear”, compartió Piñeiro.
La púgil recibió la noticia sobre el cambio durante la conferencia de prensa con los participantes de la función.
“Fue fustrante. Me tuve que ir. Después de lo que me pasó en Chile por la salud y el cambio después de entrenar tanto, se me juntó todo en la cabeza. Fueron muchas cosas a la vez”, lamentó.
Aún así, Piñeiro estuvo determinada en aprovechar la oportunidad.
“Fui como a una pelea de aficionado que no se sabe contra quien le toca. Como tengo la experiencia que esas cosas pasen, pude dominar asalto por asalto. Hice una buena pelea, todavía no me han podido dominar un asalto y pude terminar bien el año”, dijo.
Piñeiro, quien hizo tres combates durante el 2023, indicó que el duelo contra Santana podría ocurrir el próximo marzo en la cancha Pepín Cestero en Bayamón.
“Primero tengo el repechaje en febrero para los Juegos Olímpicos (2024)”, adelantó.
Por otro lado, Piñeiro explicó que la razón para los mareos que padeció durante la celebración de los Juegos Panamericanos Santiago 2023 es que tiene unas calcificaciones alojadas en los los riñones.
“Llegué de Chile y continué entrenando porque sabía que tenía una fecha. Esa primera semana en Puerto Rico fue bien dura. Hacia los entrenamientos y me mareaba, me quedaba sin piernas y estuvieron a punto de bajarme de la pelea. Lloré, les pedí una semana. Me comencé a sentir mejor. Seguí trabajando, tomando vitaminas y siguiendo las indicaciones del médicos”, relató.
Piñeiro confesó que dudó si estaría en plena condición física para la prueba.
“Al principio, sí, cuando veía que mi cuerpo no reaccionaba bien, temí que se cayera la pelea. Al trancurrir el tiempo estaba mejorando. Me fuí sentiendo bien y me sentía súper ready. Estaba en la mejor condición, con un pulso en 43 (latidos por minuto) y se notó durante la pelea. Me lo estaba disfrutando”, afirmó.