La boxeadora Stephanie Piñeiro quiero tomar las cosas donde las dejó en el 2022.

El pasado diciembre obtuvo un victoria con un nocaut técnico de Deseree Jamison después de dos años alejada del boxeo rentado debido a que estaba concentrada en obtener la clasificación para los Juegos Olímpicos Tokio 2021 y, además, de seguir activa en el Baloncesto Superior Nacional Femenino (BSNF) con las Montañeras de Morovis.

Estoy contenta porque peleo nuevamente y espero que siga, que no se quede ahí. Hice una pelea en diciembre y tengo otra el 11 de febrero. Si sigue así, para el 2024 espero estar peleando por un título mundial”, afirmó Piñeiro (3-0, 2 KO).

El compromiso de febrero será en el Coliseo Rubén Rodríguez en Bayamón.

Piñeiro no ha abandonado su objetivo de representar a Puerto Rico en unos Juegos Olímpicos a pesar de que está concentrada en abrirse camino en el nivel rentado y, además, cada día bajan las posibilidades de que el Comité Olímpico Internacional (COI) permita la disciplina en París 2024.

“Todavía lo estoy haciendo. Del 15 al 31 de marzo tendremos el Mundial femenino en Nueva Delhi, India. No hay algo seguro para las Olimpiadas, pero sigo concentrada en eso. Iré a los torneos para seguir acumulando puntos ya que sería mi último intento”, aseguró.

Tibio apoyo a la integración de personas transgénero

El pasado diciembre, el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) planteó la idea de agregar categorías transgénero durante el 2023. Aunque la idea todavía está en pañales, Mauricio Sulaimán, presidente del CMB, aclaró que no será hombres contra mujeres, sino una división para los que se identifican como transgénero.

Piñeiro tomó el concepto con pinzas.

“Cuando fuimos al Mundial, supuestamente hubo dos transgéneros que eran hombres. Pensamos que sería mi rival y muchas de ellas decidieron no pelear porque era un peligro. La fuerza de un hombre es distinta. Si es transgénero mujer contra mujer estaría bien. Si me toca una situación así, cancelaría la pelea porque mi salud es primordial”, concluyó.