Después de lo que aparentaron ser interminables meses en distintos hospitales de Estados Unidos, el cuido de Prichard Colón está en mano de sus padres.

El boxeador, que ha permanecido  en coma desde octubre de 2015, comenzó una nueva etapa en su proceso de recuperación tras moverse a la residencia de su madre Nieves Meléndez en  Orlando, Florida.     

“Somos un equipo por Prichard”, aseguró Richard Colón, padre del púgil, en entrevista telefónica con Primera Hora desde Orlando.  

“Las terapias físicas se las doy personalmente, los estiramientos. Ayer (domingo) hicimos  una locura. Me lo trepé en la espalda a caballo y lo corrí por la casa. La mamá es quien se encarga de los medicamentos”, compartió el progenitor.  

La semana pasada, Prichard, de 23 años, fue trasladado a Orlando mediante una  ambulancia aérea después de recibir tratamiento en un centro especializado en Atlanta, Georgia. Allí, los padres recibieron el adiestramiento adecuado para tomar las riendas de su cuidado diario.

De hecho, están a la espera de que le entreguen una cama de posiciones para Prichard.

“Lógicamente, en Atlanta están mejor preparados. Prichard tenía una cama eléctrica, mientras que la que hay en la casa de su mamá es manual. El problema es que es demasiado bajita, tenemos que bajarnos.  Hay ciertas deficiencias e incomodidades que no teníamos en Atlanta, pero tenemos que acostumbrarnos a ellas. Tenemos que trabajar con  lo que hay”, relató Richard.

Por lo pronto, la familia de Prichard se ajusta a los nuevos hábitos.

"Estamos delineado las rutinas que mejor nos convengan. Entendemos que es la forma más correcta, ir preparando a Prichard con los sistemas que tenemos a nuestro alcance”, destacó el patriarca.

Viva la  esperanza

Por otro lado, Richard Colón no está listo para renunciar a las esperanza de ver a su hijo caminar nuevamente. 

“Dicen que ayuda estar en la casa. Ahora que está en la casa de su mamá, todo es el factor tiempo”, dijo.

Sin embargo, también se encuentra en la complicada situación de que aumenta la cantidad de visitas.  

“Cuando Prichard está descansando llega visita, pero ¿cómo uno le dice que no a familiares que han venido desde lejos para verlo? Ahora mismo el problema más urgente es el asunto de la  cama. Desde el pasado viernes está en la cama de su mamá porque el colchón de la otra cama se hunde y es bajita. No estaba cómodo”, recalcó el padre. 

Prichard estuvo hospitalizado 221 días  tras caer en coma luego del pleito contra el estadounidense Trell Williams el pasado octubre.