El boxeador Marco Antonio "El Kua Kua" López no pudo hacer el peso de 135 libras requerido para su enfrentamiento mañana, sábado, con el boricua Félix Verdejo por el título Latino de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) que al presente está vacante. 

En el pesaje, realizado al mediodía de hoy, viernes, en el Grand Ballroom del hotel Verdanza, en Isla Verde, el mexicano pesó, 139.2 libras, casi cinco por encima del límite, mientras que “El Diamante” detuvo la báscula en 135.2 libras.

Minutos después del pesaje, Verdejo regresó a la balanza para marcar las 135.

López, mientras, esperó las dos horas que concede la organización para regresar a la pesa y notar que solo había bajado dos onzas y quedó en las 139 libras, por lo que no podrá obtener el título, si gana la pelea. 

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En negociaciones, los entrenadores de Verdejo y López, Ricky Márquez y Juan Fernando Saavedra, respectivamente, acordaron que el mexicano no podrá sobrepasar las 140 libras mañana, sábado, a las 10:00 a.m. para que la pelea se dé.

Además, ambos equipos llegaron a un acuerdo para que se le dé una suma de dinero, que no fue divulgada, al grupo de Verdejo por cada libra que pese López por encima de las 135.

Tras el primer pesaje, “El Kua Kua” se retiró de inmediato a su habitación, acompañado por Saavedra, quien dijo a este medio que es la primera vez que no pueden cumplir con la estipulación.

“Hicimos lo posible por bajar. Fuimos al sauna, corrimos, tomamos un poco de laxante. No fue posible”, manifestó a las afueras de la habitación, donde López se mantenía con sudaderas en un intento por bajar al menos unas dos libras adicionales.

Saavedra estimó que, de ayer a hoy, viernes, el púgil bajó unas cuatro libras. 

“Llegó el punto que no quise que bajara más porque era la integridad de él. Quería que estuviera bien”, mencionó.

Le atribuyó la falla al cambio de fecha del encuentro que originalmente sería en febrero, pero que tuvo que ser pospuesto debido a una lesión que Verdejo tuvo en su mano. Entonces, aceptó un combate en peso welter para luego tener que volver a bajar.

“Engañamos al cuerpo y luego llega ya la pelea nuevamente. Pensamos que iba a haber algo noble del cuerpo, que iba a bajar. Luego no fue posible. Creo que por ahí va la cosa”, apuntó. 

Saavedra reconoció que su púgil está afectado emocionalmente por no haber quedado bien con la organización, lo que se suma a la pena que ya traía por la muerte hace ocho meses de su hija de tan solo cuatro meses. 

Márquez manifestó su incomodidad por la falta del contrincante.

“Va a tener que pagar de su bolsa. Cada libra le va a costar porque es una irresponsabilidad de su parte. Además, tenemos que asegurarnos de que no quede en un peso demasiado excesivo como el que tiene ahora mismo, que está casi en la próxima categoría”, concedió.

Verdejo, por su parte, con su natural carisma, expresó satisfacción con el resultado de su esfuerzo y se dirigía a descansar, de cara al combate estelar que le espera mañana, sábado, en el coliseo Mario “Quijote” Morales de Guaynabo.