El Rey de Brick City ha puesto en sobre aviso a todos en a la división de peso ligero.

El invicto excampeón mundial de dos categorías Shakur Stevenson (20-0, 10 KO) aseguró su oportunidad por el título mundial ligero del CMB con un imponente nocaut técnico en el sexto asalto contra el noqueador japonés Shuichiro Yoshino (16-1, 12 KO) el sábado por la noche frente a una multitud de sus fanáticos en el Prudential Center de Newark, Nueva Jersey.

El arsenal de Stevenson se exhibió por completo esta noche, pues utilizó su característica mano derecha delantera para controlar la distancia antes de aterrizar su ofensiva. Yoshino, quien había cuestionado el poder de Stevenson antes de la pelea, fue agresivo pero de una manera demasiado predecible.

El joven de 25 años de edad se dio cuenta de eso y lo derribó con una cortita mano izquierda en el segundo asalto. Después, Stevenson empezó a hacer lo que quería, ya fuera para lanzar golpes desde la distancia o incluso para permitir que lo empujaran contra las cuerdas para después lanzar uppercuts de contraataque al cuerpo.

En el cuarto asalto, una combinación de tres golpes envió a Yoshino a la lona por segunda vez. Stevenson continuó aterrizando a placer hasta que el referí Allen Huggins se vio obligado a detener las acciones al 1:35 del sexto round.

“Sintió mi poder”, dijo Stevenson. “Me senté en un par de golpes y lo derribé. Honestamente, quería que el referí lo dejara continuar un poco más. Acababa de agarrar mi segundo aire. Iba a terminarlo”.

“El nombre principal de Newark es ‘Ladrillo.’ Y esta noche, tenía ladrillos en mis manos. Hicimos lo que teníamos que hacer. Salimos con la victoria. Y ahora vamos a disfrutarlo con la familia. Solo dile a todos esos otros pesos ligeros que se preparen. Los estoy esperando No puedo esperar para que terminen las peleas que tienen, y luego será mi turno”.

“Dile [a Devin Haney] que venga. He estado esperando esto por mucho tiempo. Lo juro por Dios. He estado esperando eso por mucho tiempo. Devin y yo hemos estado juntos en el ring varias veces. Siempre me fue mejor a mí. Dile, ‘vamos’”.