El boxeador mexicano Antonio Margarito insiste que no utilizó vendajes ilegales para el duelo contra el puertorriqueño Miguel Cotto en julio de 2008 y el cual ganó por nocaut tras prácticamente destrozar el rostro del boricua durante 11 asaltos.

Durante las semanas previas a una revancha que tuvo Cotto contra Margarito en el Madison Square Garden en Nueva York en diciembre de 2011, Cotto presentó imágenes del primer combate mostrando las manos de Margarito sin los guantes y lo acusó de haberse colocado algo en las vendas.

Sin embargo, Margarito se defendió otra vez de las viejas acusaciones durante una entrevista publicada en Boxing4Life.

“Si tuviera yeso en mis manos creo que se me quebrarían las manos”, comentó. “Si traes yeso por tanto golpe la mano se te va a jo...”.

Los señalamientos de Cotto surgieron después que Margarito fuera suspendido por un año cuando en el 2009 se descubrió que intentó usar vendajes con yeso para el duelo contra “Sugar” Shane Mosley. Margarito se lo achacó a Naazim Richardson, entrenador de Mosley, por haber levantado dudas sobre el trabajo que hizo Javier Capetillo para proteger los nudillos del peleador.

“No sé qué quiso hacer ese entrenador (Richardson), si quería quitarnos tiempo o algo así”, recordó Margarito. “Porque cuando Capetillo me empezó a vendar, empezó a poner pretextos. Que no iba la venda en la vuelta encima de la otra. Capetillo le pedía a la Comisión de Boxeo que dijeran si estaba bien el vendaje, que porque ese señor decía que estaba mal, si él siempre había vendado así”.

Cotto ganó la secuela cuando los médicos de la Comisión Atlética de Nueva York determinaron que Margarito no debía continuar por temor a que su ojo derecho sufriera daño adicional. El ojo del mexicano quedó severamente afectado durante la pelea contra el filipino Manny Pacquiao en el 2010.

Después de la derrota ante Cotto, Margarito peleó tres veces en distintos escenarios en México. Las ganó todas, pero en el 2017 se retiró con balance de 41-8 con 27 nocauts.