Rey Ojeda conservaba la ilusión de algún día ser un campeón mundial. Sin embargo, las oportunidades no llegaban y, por ello, tomó la decisión de no continuar en el boxeo rentado.

Después de seis años de carrera, Ojeda colgó los guantes permanentemente. 

“Mucha gente me veía cerca de un título mundial, pero cada día me veía más lejos”, confesó Ojeda. “Pasé por demasiadas desilusiones. Me decepcioné con el boxeo como tal”.  

Ojeda no pelea desde noviembre de 2015 cuando venció a Andrés Navarro para conquistar el cetro Fecarbox del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), versión ligera. Cerró el libro con balance de 18-0 con nueve nocauts.       

“Desde que comenzó el 2016 estuve entrenando, (pero) me daban fechas que no existían. Estamos a mitad del año y no he peleado. Cada día me sentía más atrás. La vida es corta y hay que aprovechar las etapas. Soy papá de una niña de un año y dos meses y no me la estaba disfrutando. Ella es mi prioridad”, compartió.

Luego de analizar su futuro inmediato, se reunió con su papá (Rodolfo Ojeda) para informarle de su decisión.

“Lo vi triste, pero no voy a cambiar. Mi papá fue boxeador y mi abuelo lo quitó porque no le gustaba. Le duele porque tenía muchas esperanzas en mí debido a que veía lo mucho que me fajaba”, dijo Ojeda.

El ahora ex púgil asumió toda responsabilidad por haber soltado las riendas de su carrera a otras personas. 

“Fue un error. Me pude haber metido más en las negociaciones y la toma de decisiones. En lugar de estar pendiente a las transacciones y poner un término medio para que todos saliéramos ganando, me dediqué a entrenar y dejé que cada cual hiciera su trabajo. Pero mi manejador (Margaro Cruz) y mi promotor (Javier Bustillo) jalaban cada cual para su lado. No estaba para hacer enemigos y para no seguir en conflictos, simplemente me quité”, aseguró Ojeda.

Por lo pronto, Ojeda perseguirá otros intereses.

“Soy líder recreativo en Canóvanas y también doy tutorías en un programa. Estoy en el sistema en las listas del Departamento de Educación y si me llaman a dar clases lo voy a considerar. Tengo unos  planes, así que no creo que el boxeo me hará falta. Cuando pasen los años, estoy seguro que no me arrepentiré de la decisión. Lo único es que pude haber sido un campeón mundial y nunca lo fui”, concluyó.