Oleksandr Usyk mantuvo intacto su invicto al defender con éxito sus títulos de peso pesado con una decisión unánime sobre Tyson Fury el sábado por la noche en Riad, Arabia Saudita.

Los jueces el puertorriqueño Gerardo Martínez, Patrick Morley e Ignacio Robles tuvieron tarjetas idénticas a favor de Usyk, 116-112.

Usyk conectó 179 de 423 golpes (42%) lanzados, mientras que Fury (34-2-1, 24 KOs) conectó solo 144 de los 509 golpes que lanzó, un porcentaje del 28%.

Cuando se le preguntó si estaba de acuerdo con las puntuaciones de los jueces, Usyk dio a entender que no le corresponde cuestionar, solo boxear.

“Gané, es bueno”, dijo Usyk (23-0, 14 KOs) . “No es mi problema. Gané. Gracias, Dios”.

En los números de apuestas de cierre de BetMGM, Usyk cerró -145 y Fury +110.

La muy esperada revancha de la pelea de mayo en la que Fury sufrió su primera derrota estuvo a la altura de las expectativas desde el momento en que los boxeadores ingresaron a la arena.

Según un informe de ESPN, el equipo de Usyk solicitó a la Comisión de Boxeo Profesional de Medio Oriente durante la reunión de reglas del viernes que ordene que Fury se recorte la barba antes de su revancha por el campeonato unificado de peso pesado.

Tenía una barba tan espesa como la de Papá Noel menos de una semana antes de Navidad, pero el hombre de 36 años caminaba sin afeitar y con una bata roja brillante con motivos navideños, mientras la canción “All I Want for Christmas Is You” de Mariah Carey acompañaba su caminata hacia el ring.

Después de que Fury abrió la pelea con un ritmo bastante rápido y controló los primeros dos rounds, Usyk respondió en el tercero y cuarto rounds trabajando el cuerpo mientras deslizaba ocasionalmente combinaciones de potencia a la cabeza.

Fury conectó varios golpes fuertes en el quinto asalto, pero la mano izquierda de Usyk fue la historia en el sexto, tambaleando a su oponente, más grande y alto, dos veces.

En la segunda mitad de la pelea, se hizo evidente que el peso extra estaba desgastando a Fury, ya que el ritmo comenzó a alcanzarlo mientras que el enfoque tranquilo y paciente de Usyk lo favoreció. La capacidad de Usyk para entrar, golpear rápido y dañar a Fury con combinaciones punzantes fue la diferencia.

Sintiendo la presión, Fury salió con todo en el décimo asalto y acosó a Usyk durante todo el asalto. Usyk lo mantuvo a raya por momentos con un jab firme, mientras que un uppercut de Fury marcó el final.

La velocidad de Usyk cobró vida en el undécimo asalto, nuevamente, conectando combinaciones fulminantes a la cabeza de Fury para mantenerlo a raya.

Los dos intercambiaron ráfagas de golpes en el último asalto, Fury esperaba causar una última impresión en los jueces mientras Usyk buscaba un signo de exclamación.

Turki Alalshikh, presidente de la Autoridad General de Entretenimiento de Arabia Saudita, anunció en X (antes Twitter) a principios de semana que un juez experimental de inteligencia artificial también entregaría los resultados. El innovador sistema virtual le dio la victoria a Usyk por 118-112.

Fury ahora tiene marca de 5-1 en revanchas.

Esta vez solo tres cinturones estaban en juego después de que la FIB le quitara el título a Usyk por no enfrentar a su retador obligatorio, Daniel Dubois.

Dubois interrumpió la entrevista posterior a la pelea de Usyk , le arrebató el micrófono y exigió una revancha de su pelea del 26 de agosto de 2023. Usyk ganó por nocaut en el noveno asalto.

“Quiero vengarme, Usyk”, dijo Dubois. “Bien hecho esta noche, pero quiero vengarme”.

Usyk accedió y les dijo a los que estaban allí presentes: “Su Excelencia, háganme pelear con Daniel. Muchas gracias”.