Peter Rivera fue la mente maestra detrás de las ideas e iniciativas que catapultaron a Iván Calderón hacia una exitosa carrera en el boxeo rentado, que será reconocida el 9 de junio con su exaltación al Salón de la Fama del Boxeo Internacional en Canastota, Nueva York.

Después de los Juegos Olímpicos Sidney 2000, Miguel Cotto era el talento boricua más cotizado y, a su vez, el de mayor proyección. Iván Calderón, Rubén Fuchú y Orlando Cruz también formaron parte del equipo puertorriqueño que participó, pero la empresa Top Rank expresó interés solamente en Cotto.

Rivera, sin embargo, tenía otros planes.

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“Cuando veo la oportunidad que se le presenta a Cotto de desarrollar su carrera, pensé en por qué no ayudar a los demás también. Orlando tomó la decisión de firmar con otras personas. Quedaban sin firmar Calderón y Fuchú. Les hablé claro de que no existía un interés real en ellos, pero que podían echar para adelante en la vida. Claro, que ellos firmaran estaba sujeto a la firma de Cotto. Se da el arreglo y se firman”, recordó Rivera, quien se convirtió en el manejador de Calderón.

Casi enseguida, ocurrió la tormenta perfecta.

Calderón fue el primero del grupo en conquistar una faja mundial. Hizo 12 exitosas defensas del cinturón de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) en las 105 libras y, luego, sumó la correa de las 108 libras. Culminó su trayectoria en el 2012 con balance de 35-3-1 con seis nocauts.

“Siempre fui con un plan. Todos saben que las cosas que hacemos son con un plan. Calderón se hizo súper campeón por tantas defensas. Incluso, cuando vimos que los planes se estaban cumpliendo, sabíamos que podía llegar al Salón de la Fama. Estaba haciendo cosas increíbles y el tema de retirarnos estaba en consideración también. Dijimos: vamos a llegar hasta aquí. Hubo momentos que personas se le acercaron para tentarlo a volver para hacer peleas locas que podía perder y destruyen su legado”, recordó Rivera.

Para Rivera, el estilo de Calderón elevó su popularidad, aunque no estuvo ajeno a las críticas de aquellos que preferían observar nocauts.

Aunque no estaba en los planes originales, la empresa Top Rank, del promotor Bob Arum (al fondo), finalmente firmó a Iván Calderón.
Aunque no estaba en los planes originales, la empresa Top Rank, del promotor Bob Arum (al fondo), finalmente firmó a Iván Calderón. (GLC)

“Calderón, en un momento dado, fue el peleador en el mundo que más años estuvo invicto como campeón mundial. Tuvo muchas peleas que, si hubiese sido un lanzador, era un ‘no hitter’. Estar frente a otra persona que te está tratando de dar un puño y no puede, sobresale a ese nivel, aunque sea en los pesos pequeños. Nadie pudo con él por muchos años”, sostuvo.

Cuando Calderón recibió la notificación de que fue electo para la clase 2024 al Salón de la Fama, se comunicó con Rivera para darle la noticia.

“Calderón fue disciplinado, bien familiar, alguien de buenos sentimientos y no me equivoqué. Una de sus mejores cualidades es que bien agradecido. Pocas personas son así en la vida. Cuando se hace el bien, la vida te recompensa”, concluyó Rivera.