El padre del exboxeador Prichard Colón  viajó desde Orlando, Florida, hasta Flint, Michigan, con un  mensaje para Terrel Williams.

“ No más peleas, no más (personas) en coma”, gritó el progenitor Richard Colón el pasado jueves en medio del  pesaje de Williams, quien no peleaba  desde octubre de 2015 cuando enfrentó al púgil  puertorriqueño, quien terminó en un hospital con un sangrado cerebral y en estado de coma tras el combate.

La acción de Richard fue difundida en un vídeo en las redes sociales, luego de presenciar  el pesaje de  Williams, reclamando que no le permitieran al estadounidense subir al ring para enfrentar  a  Rosemberg Gómez.     

Colón llevó un cartelón con el mensaje: ‘Boxing NEEDS TO REFORM, #PRAY4PrichardColon’.  Poco después,  fue escoltado hacia  la salida por personal de seguridad. 

“Lo hice  para evitar una situación más y  llevar un mensaje. Cada día vemos que  el dinero y los intereses son los  que dominan el boxeo. Es un negocio y el boxeador es una pieza más”, compartió Colón ayer durante una conversación con Primera Hora para justificar  su presencia en la actividad.

“Hice todo lo posible para que no me reconocieran , pero me sacaron. Dijeron que tenía que abandonar el estacionamiento porque era una actividad privada”, agregó.

Colón relató que  sometió una carta a la Comisión Atlética de Nevada  solicitando un freno a las intenciones de Williams de subir al ensogado. Sin embargo, cuando no recibió una respuesta, en un principio, optó por tomar  el asunto en sus manos. De hecho, siente que tuvo cierto grado de éxito.

“Esa pelea la habían anunciado para Las Vegas. Les hago saber quién es él (Williams) y que serían en parte los  responsables de lo que ocurra. Curiosamente, dos días antes de la pelea,  la movieron para Michigan.  Como les dije que haría el viaje  para Las Vegas y, no quiero especular, pero  tal vez se quisieron evitar  el meollo. Quizás pensaron que era mejor salir del problema y le dijeron que no a Williams”, relató Colón, quien radicó una demanda por $50 millones al médico que le autorizó a su hijo seguir peleando ante Williams.

Williams, quien no peleaba en 25 meses,  derrotó a Gomez por nocaut para  mejorar su  récord a 16-0 con 13 nocauts.   

“Puedo perdonar  (a Williams)  como persona, no a las comisiones que lo dejan pelear a sabiendas de que fue un accidente buscado”, señaló.

 El padre del joven orocoveño está empeñado en impulsar cambios en las reglamentaciones de este deporte.

 “Definitivamente  el boxeo necesita una reforma, una regulación a nivel nacional y mundial, y  no que cada Comisión de Boxeo esté halando  para su lado”, afirmó.

Colón, asimismo, insistió que le gustaría  que reglas más rigurosas sean aprobadas para las licencias de boxeadores  y, además, para  los oficiales de todas las comisiones de boxeo. “Tienen que saber identificar cuándo es un accidente y cuándo no. Hay que saber identificar eso, y si el referí hizo un buen trabajo o no, y si está en toda su capacidad. Si a  los  boxeadores les requieren unos  exámenes para poder pelear, se les debe pedir también  a los médicos y  a los referís.   ¿Sabemos si los comisionados  o los jueces están corriendo a otros boxeadores  y si hay conflictos en esa pelea?”, cuestionó Colón.

En franca mejoría

Colón, por otro lado, mencionó que la condición física de su hijo continúa progresando. 

“Todavía hay un largo camino por recorrer, pero a la misma vez ha  mejorado. Prichard está batallando y cada día se ve un esfuerzo de su parte...  experimenta con él mismo. Sigue luchando. Me siento muy orgulloso de Prichard”, sostuvo.

La familia del joven de 25 años ha publicado en las redes sociales varios vídeos donde se aprecia que poco a poco ha recuperado los movimientos de las extremidades.

“Ahora mismo está haciendo squats aunque  tal vez tiene que hacer fuerzas. Pero cuando lo hace  se endereza, echa la espalda hacia atrás. No puede amarrarse los zapatos a menos que esté en una posición  más o menos a nivel. Hace  un leve esfuerzo hacia al frente y se queda ahí, se estira y vuelve hacia atrás”, afirmó con satisfacción.

Prichard ha estado en Orlando bajo la custodia de  su mamá, Nieves Meléndez.  El joven actualmente acude a unas sesiones de terapias físicas para continuar con el proceso de mejorar los movimientos que perdió debido a que estuvo en coma durante varios meses.