Félix “Tito” Collazo y Oscar tienen un vínculo que trasciende más allá de una relación entre padre e hijo.

Félix se esmeró en estimular los intereses deportivos de Oscar. Estuvo a su lado mientras participaba en las ligas de baloncesto y béisbol en Villalba. También cuando optó por adentrarse a los gimnasios de boxeo. Oscar, mientras tanto, absorbe la personalidad afable de su padre.

“Cuando (Oscar) decidió entrar al mundo del boxeo, lo apoyé tanto como cuando jugaba baloncesto y béisbol. Siempre me ha gustado el boxeo, desde los tiempos de Muhammad Ali y Sugar Ray Leonard. En casa veíamos las peleas en la televisión. Ahora que Oscar está en deporte, me siento bien orgulloso de todo lo que ha podido hacer hasta ahora porque todavía le falta”, confiesa el patriarca.

Oscar era muy pequeño para apreciar los combates, pero fueron las semillas que, eventualmente, germinaron y lo llevaron a conquistar una medalla de oro en los Juegos Panamericanos Lima 2019 y, ahora, a vociferar sin reparos que es un campeón mundial a nivel rentado.

“Oscar siempre demostró que tenía talento en los deportes. Cuando decidió irse al boxeo, desde el primer día dije que tenía talento. De ahí le puse el apodo Pupilo, porque sabía. Dije que algún día sería campeón mundial”, recordó.

¿Cómo es Félix como padre?

“Papi es uno de esos papás blanditos. Cuando hacía una travesura en la escuela, pedía que lo llamaran porque sabía que tiene ese lado blandito. Mi familia es bien unida, nunca hubo problemas y no podría ser uno de esos hijos que no le habla a su papá por alguna razón”, dijo el campeón de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), versión de las 105 libras.

“No soy blandito en cuanto a cumplir todos sus caprichos, les doy consejos también porque para mi siempre ha sido importante que mis cuatro hijos tengan la presencia de su padre”, interrumpió Félix.

¿Qué es lo más que admiras de tu papá?

“Las cualidades que tiene, es bien sincero. Tiene una chispa. Siempre le he dicho a mi pareja que al día que sea papá, quiero ser como él porque nunca hubo una falla con ninguno de nosotros. Nos ha enseñado humildad, hacer las cosas de corazón, ser respetuoso y eso es lo que cada hijo necesita de su padre”.

¿Cómo piensan celebrar el Día de los Padres?

“En la mañana vamos a la iglesia, después en casa comemos algo y la pasamos tranquilos en familia”.