Emmanuel “Manny” Rodríguez superó problemas de visión, producto de varios cabezazos accidentales para vencer al nicaragüense Melvin “Melo” López por decisión unánime para conquistar la faja de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) versión de las 118 libras.

Para el púgil puertorriqueño es la segunda ocasión que ostenta el cinturón. Lo perdió en el 2019 cuando cayó a manos del japonés Naoya Inoue en una unificación de títulos de la división.

El pleito ocurrió la noche del sábado en el MGM National Harbor en Oxon, Maryland.

Rodríguez comenzó la pelea estableciendo el jab de izquierda que incomodó a López, quien se movía constantemente para lanzar una recta de izquierda a los planos bajos del boricua.

La recta de derecha de Rodríguez encontró el blanco con suma facilidad debido a que López mantuvo la izquierda frente a su pecho, lo que dejó un espacio abierto para recibir castigo.

En el cuarto asalto, López se limitó a buscar distancia con el jab y Rodríguez cortó el espacio con una constante presión. Fue cuando durante in intercambio, ocurrió el primer choque de cabezas accidental. Enseguida se notó una marca la parte superior del ojo derecho de Rodríguez. El mismo pareció inofensivo, pero un segundo choque de cabezas provocó que se inflamara peligrosamente e impidiera que el púgil pudiera ver adecuadamente.

Rodríguez continuó con su plan de presionar a pesar de la incomodidad.

En el duodécimo y último asalto, Rodríguez atrapó a López contra las sogas para conectar un gancho al costado que hizo al nicaragüense caer de rodillas. Tan pronto se recuperó, el boricua lo castigó con una combinación para una segunda caída.

En los últimos 10 segundos del combate, López cayó nuevamente para sellar el triunfo de Rodríguez. Los tres jueces vieron la pelea 120-105 a favor del nuevo campeón mundial de la división gallo.