Las Vegas. Manny Pacquiao sonó como un púgil rumbo al retiro y un político en ascenso.

Aunque se esforzó por ocultar su cara castigada con grandes gafas oscuras, el filipino no se escudó poniendo pretexto ni negando la realidad, después de una decepcionante derrota por decisión unánime ante el cubano Yordenis Ugás el sábado por la noche.

Sí, Pacquiao reveló que tuvo calambres en las piernas toda la pelea disputada en Las Vegas, lo que le impidió la movilidad que siempre hacía muy peligrosa su potencia.

El campeón mundial de ocho divisiones reconoció el hecho mayor, obvio incluso para sus fanáticos más devotos en el mundo: merecía perder ante Ugás, un contrincante talentoso que posiblemente no habría sido gran problema para el PacMan cuando estaba en sus mejores tiempos.

Y esa podría ser una buena razón para retirarse.

“Este deporte es mi pasión”, declaró Pacquiao. “Por eso continúo aquí peleando a los 42 años. Lo disfruto, pero a veces hay que pensar cómo responde el cuerpo… Mi mente, mi corazón, están al 100. Pero las piernas se me acalambraban”.

Tras su derrota ante el espigado y resistente Ugás, en su retorno de una ausencia de dos años en los cuadriláteros, Pacquiao insinuó repetidamente que planea retirarse del boxeo.

Todavía se mantiene junto al mexicano Saúl “Canelo” Álvarez como los dos astros activos más grandes en este deporte, aunque Pacquiao (67-8-2) nunca ha hablado con franqueza sobre retirarse después de 26 años en el pugilismo profesional.

“He hecho mucho por el boxeo y éste ha hecho mucho por mí”, declaró Pacquiao. “Espero pasar bastante tiempo pensando sobre mi futuro en el pugilismo”.

El cubano Yordenis Ugas, a la izquierda, lanzó menos golpes que Pacquiao, a quien alcanza aquí con un 'uppercut', pero fue más preciso.
El cubano Yordenis Ugas, a la izquierda, lanzó menos golpes que Pacquiao, a quien alcanza aquí con un 'uppercut', pero fue más preciso. (John Locher)

Las declaraciones de Pacquiao después de la pelea incluyeron varias frases de cajón, como si fueran el discurso de un político.

Efectivamente, el senador filipino posiblemente librará su próxima pelea en el cuadrilátero político: es ampliamente previsible que se sume el mes entrante a la contienda presidencial en Filipinas con miras a las elecciones de mayo de 2022.

“En mi corazón, quiero continuar boxeando”, declaró Pacquiao. “Pero la cosa es que también debo considerar a mi cuerpo. Tengo que hacer muchas cosas. En especial cuando regrese a mi país hay muchas cosas que necesito lograr para ayudar a la gente. Quiero ser una inspiración para el pueblo filipino dentro y fuera del ring”.

El cubano Yordenis Ugás alcanza el rostro del filipino Manny Pacquiao durante su combate del sábado. El cubano se impuso por decisión unánime.
El cubano Yordenis Ugás alcanza el rostro del filipino Manny Pacquiao durante su combate del sábado. El cubano se impuso por decisión unánime. (John Locher)

Numerosos deportistas han tenido grandes dificultades para encontrar valor a su tiempo libre después del retiro. Pero esto no parece ser el caso de Pacquiao: Su caótica vida no será menos intensa, pero sí un poco más concentrada porque sólo tendrá que considerar una sola carrera.