Liam Paro pasó de ser el cazador a la presa luego de vencer al puertorriqueño Subriel Matías para convertirse en el nuevo campeón de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), versión de las 140 libras. El australiano reconoce que llevará un blanco en la espalda, realidad que no le intimida.

“Los quiero a todos. Tuve 25 pruebas y obtuve 25 victorias. Acabo de eliminar al cuco, ahora soy el capitán, así que vengan a buscarlo”, dijo Paro.

Paro desafió las probabilidades para obtener un triunfo por decisión unánime sobre Matías, quien hacia su segunda defensa titular. El púgil australiano fue favorecido por dos de los jueces en los tres asaltos finales para que su mano fuera levantada luego de ganar 115-112, 115-112 y 116-111. Paro no acudió a la conferencia de prensa post pelea debido a que fue llevado a un hospital para que le drenaran un oído.

“Sabíamos que iba a ser difícil. Matías es un tremendo campeón y fue mi pelea más difícil. Gracias a Puerto Rico, la pasamos muy bien, nos encantaría volver y espero haber ganado algunos fanáticos”, indicó.

“He estado en el infierno y he regresado a lo largo de mi vida y he pasado por peleas más duras mentalmente. Tengo confianza en mí, sé el arduo trabajo que hago, siempre soy el que más trabaja en el gimnasio. Sigo demostrando que todos están equivocados, tomé la prueba más grande que existe y salí victorioso”, agregó.

Luego de escuchar el resultado a su favor, las lágrimas comenzaron a deslizarse con el rostro de Paro, pues cumplió con un compromiso.

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“Le prometí a mi compañero Regan Grieve, quien falleció, que haría esto, y soy un hombre de palabra”, resaltó Paro. “Para todas las personas que dudaron de mí, ¡es hora de Paro! Ahora soy el hombre en la división de las 140 libras”, concluyó.